La incertidumbre que la iniciativa ha causado se trasladaría a actores que veían una ventana de oportunidad con el plan habitacional de Claudia Sheinbaum, como bancos y constructores; la discrepancia con el gobierno radica en temas como la constitución de una constructora del Infonavit.
Fernando Gutiérrez
Si bien el plan gubernamental de construir 1 millón de hogares en este sexenio despertó entusiasmo de distintos actores de la industria para apostar por el desarrollo de casas del segmento social (con valor de hasta 600,000 pesos), la incertidumbre generada por la reforma a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) apagaría el optimismo generado, lo cual afectaría principalmente a constructores.
En entrevista, Luis Alberto Moreno Gómez Monroy, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), indicó que la intención de edificar 1 millón de hogares del segmento social es loable; sin embargo, la discrepancia con el gobierno radica en temas como la constitución de una constructora por parte del Infonavit, así como el cambio en su gobernanza donde el sector gubernamental tendría mayor peso respecto a los sectores laboral y patronal en el organismo.
“Creemos que este tipo de acciones (la presentación de la iniciativa) lo único que hacen es causar incertidumbre y causar sobre todo temor en próximas inversiones de viviendas sociales y ahorita lo que se requiere causar certidumbre y empezar a generar confianza”, comentó Gómez Monroy.
Según el representante empresarial, en la actualidad se construyen alrededor de 1 millón de viviendas al año en México, de las cuales 750,000 son informales y 250,000 son formales, por lo que la misión es abatir la informalidad y la intención gubernamental de incentivar la vivienda social había generado cierto optimismo para algunos actores de esta industria, como constructores o financiadores.
Sin embargo, ante la incertidumbre generada por la iniciativa de reforma del Infonavit, existe preocupación de los constructores que buscan cómo participar en el esquema gubernamental de construir 1 millón de hogares. “De por sí se produce poco, pues sería todavía menos”.
El viernes pasado, en el Senado se aprobó la iniciativa de reforma a la Ley del Infonavit, enviada por el Ejecutivo, que tiene la finalidad de constituir una empresa constructora filial para el desarrollo de 500,000 viviendas por parte de este organismo durante el presente sexenio, así como ofrecer esquemas de arrendamiento social para los afiliados al instituto.
Sin embargo, la iniciativa también conlleva cambios a la forma de gobernanza del organismo, donde el gobierno tendría mayor peso específicamente en la Comisión de Vigilancia, el Comité de Auditoría y el Comité de Transparencia y se daría la facultad de derecho al veto por parte del director general sobre resoluciones que no sean aprobadas por uanimidad por el Consejo de Administración.
Otros mecanismos
Para el presidente de la Canadevi, la constitución de una empresa no es la manera más optima de aterrizar el plan habitacional del gobierno, sino un mecanismo ideal era fortalecer los esquemas del Infonavit destinados a los desarrolladores de vivienda.
“Con ese mecanismo de financiamiento, con algunos ajustes propiamente en las Reglas de Operación, se podrían hacer muchísimo y era muy parecido a lo que el Infonavit pretendía hacer, nada más que de diferentes formas. Creemos que esa era una fácil solución, que no se te necesitaba gran envergadura en cambios constitucionales ni mucho menos para el destrozo de la parte operativa”, comentó el empresario.
Pese a esto, el presidente de la Canadevi indicó que los desarrolladores están dispuestos a apoyar el plan gubernamental, pero ahora la traba es la iniciativa de reforma a la Ley del Infonavit, la cual se detuvo en San Lázaro para un mayor análisis.