La preservación de la vaquita marina no puede recaer únicamente en las autoridades ambientales; es responsabilidad de todo el gobierno federal y de las comunidades locales, explica en entrevista para Contralínea Dulce María Ávila Martínez, directora de Coordinación Intersectorial para la Recuperación de Especies Marinas en Riesgo de la Conanp. Añade que, desde 2018, no se han registrado bajas en la población, y se han encontrado crías en los cruceros de observación, lo que alimenta la esperanza de que la especie no se extinguirá
Fernanda Monroy
La protección y cuidado de una especie en peligro de extinción es un asunto de todo el gobierno federal y no sólo de las instituciones dedicadas al medio ambiente, expone Dulce María Ávila Martínez, directora de Coordinación Intersectorial para la Recuperación de Especies Marinas en Riesgo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). Añade que sólo con la participación de todo el gobierno será posible avanzar en las acciones de protección de la vaquita marina y los ecosistemas en riesgo.
La funcionaria, adscrita al Programa de Conservación de Especies en Riesgo (Procer), enfatiza que es necesario involucrar a las comunidades de las zonas del Alto Golfo de California (AGC). De esta forma, las instituciones que colaboran en la protección y cuidado de especies como la vaquita marina podrán comprender los retos que enfrentan las comunidades pesqueras.
De acuerdo con la directora Ávila Martínez, cambiar los métodos o artes de pesca es una tarea compleja, debido a que ninguna de las alternativas desarrolladas hasta ahora ha resultado rentable para los pescadores. Explica que, en las pruebas realizadas con estas alternativas, no se ha demostrado que puedan capturar las mismas cantidades que con los métodos convencionales.
“Te dicen: ‘tienes que usar otro arte en donde no vas a capturar esos volúmenes’. […] Estamos metidos en un problema, porque no quieren usarlas. Es un asunto muy complejo, con aspectos socioeconómicos que se deben atender”, comenta para Contralínea la bióloga Ávila Martínez.
La participación de la comunidad es necesaria para desarrollar estrategias y planes de protección de especies en riesgo, como la vaquita marina. “Si todas las acciones que estamos haciendo desde las dependencias no involucran a las comunidades, vamos a tardarnos más”, enfatiza Ávila Martínez.
Asimismo, comenta que, durante el mes de septiembre de 2024, la Conanp sostuvo reuniones con comunidades pesqueras del Alto Golfo donde se discutieron las barreras y necesidades que enfrentan. Expresa: “ellos –la comunidad pesquera– tienen que estar participando y pensando cómo hacer para integrarse. No es cuestión de si usar o no las redes tradicionales; no pueden volver a usar redes de enmalle en esa zona –Tolerancia Cero–. Tenemos que pensar en cómo darle un valor agregado a los productos de los pescadores para que esto les ayude”.
Ávila Martínez se muestra esperanzada por la preservación de la especie, pues, desde 2018, la población se ha mantenido estable y, en los últimos cruceros de observación, se han encontrado crías de vaquita marina. “Sinceramente creo que no se va a extinguir la vaquita marina, pero tenemos que seguir trabajando todos juntos para un mismo sentido”.
Ávila Martínez agrega que la Conanp ha podido trabajar con las comunidades que se encuentran en las zonas de conservación, lo que ha ayudado a crear una mayor conciencia ambiental. “La conservación nos concierne a todos a todos los ciudadanos grandes, chicos, mujeres, hombres jóvenes y viejos”.