Dossier Politico
La responsabilidad en los jóvenes es un tema complejo que siempre interseca con el crecimiento personal, así como con las expectativas sociales y el impacto de los contextos políticos y hasta económicos.
En una sociedad marcada por el éxito como objetivo y donde el individualismo ha sido promovido por años, especialmente bajo paradigmas como el neoliberalismo, se ha fomentado la idea de que el esfuerzo personal es la clave para el éxito; sin embargo, esta noción a menudo ignora la importancia de la colectividad y el trabajo en comunidad.
La adolescencia y juventud son etapas críticas para el desarrollo de la responsabilidad y este proceso se inicia con el reconocimiento del efecto de nuestras acciones en los demás y en nuestro propio entorno.
Ser responsable es, en muchas ocasiones, un acto consciente que comienza cuando se deja atrás el egoísmo y se comprende que nuestras decisiones, por pequeñas que sean, pueden tener amplias repercusiones y la transición de un enfoque individualista a uno más comunitario implica una evolución en la forma de ver el mundo y nuestra relación con él.
En un contexto de 36 años de neoliberalismo en países como México, la narrativa ha estado marcada por la idea de que el esfuerzo individual es suficiente y de que esto, ha generado una vieja clase política que, en muchos casos, ha desestimado la importancia del bienestar colectivo, creyendo que cada individuo, solo con “echarle ganas”, puede salir adelante y este pensamiento, nos ha llevado a una falsa conciencia, donde muchos jóvenes sienten que deben cargar con el peso de sus fracasos o éxitos sin considerar el contexto social, económico y político que los rodea.
Además, este sistema ha creado una brecha entre las responsabilidades individuales y colectivas, que por un lado, promueve el deseo de ascenso personal y profesional, mientras que, por otro, minimiza la importancia de la solidaridad, la empatía y el compromiso con la comunidad; dejando la responsabilidad social, en muchos casos, en un aspecto relegado ante la urgencia de conquistar metas personales.
Es crucial que la juventud de hoy tome conciencia de esta dinámica y busque un equilibrio entre el desarrollo personal y la colaboración con otros, ya que la verdadera responsabilidad, no solo radica en alcanzar metas individuales, sino en cómo esas metas se integran en un contexto más amplio y los jóvenes pueden convertirse en agentes de cambio, promoviendo un modelo donde el esfuerzo colectivo y la creación de comunidad sean pilares fundamentales.
Así, ser responsable trasciende del egoísmo, al convertirse en un acto de conciencia social que busca un inclusive bienestar.
Política inclusiva, le hacen llamar.