Como era de esperar, Donald Trump ha aprovechado el primer debate presidencial de este jueves para regurgitar todos los insultos contra los migrantes que ha venido arrojando durante los últimos meses. Mencionó la inmigración, uno de los principales pilares de su campaña, en los primeros 10 minutos, cuando acusó al presidente Joe Biden de solo haber creado “trabajos para inmigrantes ilegales”, en respuesta a la primera pregunta de la noche sobre la economía del país. Fue quizá el comentario más leve, el menos xenófobo de la noche, porque luego acabó acusando a la comunidad migrante de violar, asesinar y robar en la hora y media que duró el debate.
El candidato republicano usó casi cada pregunta, sin importar la temática, para hablar de la inmigración. ¿El desempleo? Sigue alto porque Biden solo crea trabajos para migrantes. ¿La seguridad social y Medicare? Están al borde del colapso porque los migrantes los “están destruyendo”. “Toman nuestras escuelas, hospitales y tomarán nuestra seguridad social”, añadió. También aseguró que “los países extranjeros ya no respetan a Estados Unidos, no les agradamos y creen que somos estúpidos” por cómo Biden ha manejado el tema de la inmigración. “Lo que este hombre ha hecho es criminal”, dijo sobre el demócrata. Y añadió que “los migrantes están asesinando y violando a nuestras mujeres” y que por la frontera sur están entrando “terroristas de todo el mundo”.
Todo esto fue antes de que llegara la pregunta enfocada en inmigración, en torno al minuto 20 y Trump se lanzó con su monólogo de siempre. “Teníamos la frontera más segura en la historia y ahora tenemos la peor en la historia. Y la gente se muere en todos lados”, dijo. “La gente entra y mata a nuestros ciudadanos. Lo llaman Biden crime, pero yo lo llamo Biden migrant crimes (crimines cometidos por inmigrantes bajo el mandato del demócrata)”.
Aunque Trump no especificó cómo llevará a cabo “la mayor operación de deportación interna de la historia de Estados Unidos”, como ha prometido innumerables veces, sí afirmó que los quiere sacar a todos. “Tenemos que sacar a mucha de esta gente y tenemos que sacarla rápido, porque van a destruir nuestro país”, sentenció. Como de costumbre, Trump atacó a Biden por sus políticas fronterizas e insistió en que presos y “personas de instituciones de salud mental” están entrando en el país desde el otro lado de la frontera.
“Somos un país no civilizado”, dijo Trump. “Estamos viviendo en nidos de ratas, matan a la gente en fronteras, en Nueva York, en California, en cada Estado por culpa de políticas ridículas”. Sobre la ciudad de Nueva York en específico, Trump criticó que los migrantes que han llegado a la ciudad “viven en hoteles de lujo”. Se refería a los albergues que la ciudad de Nueva York ha habilitado para acoger a los más de 200.000 migrantes que han llegado hasta la Gran Manzana en los últimos dos años. Algunos de estos centros sí son hoteles, pero las condiciones dentro están lejos de ser lujosas. Migrantes consultados por este periódico denuncian que viven en suciedad, entre cucarachas, ratones y basura.
El republicano se mantuvo firme en su retórica incendiaria hasta el final, cuando durante su último argumento dijo que “Biden es un quejica” que “no hace nada”. “Lo único que hace es que nuestro país sea inseguro al permitir que millones y millones de personas entren en nuestras fronteras”, remató.