El nuevo gobierno mexicano dejará de lado la aspiración de reducir las importaciones de maíz amarillo y lograr la autosuficiencia en la producción de ese tipo de grano, dijo el próximo secretario de Agricultura, Julio Berdegué.
El nuevo gobierno mexicano dejará de lado la aspiración de reducir las importaciones de maíz amarillo y lograr la autosuficiencia en la producción de ese tipo de grano, dijo el próximo secretario de Agricultura, Julio Berdegué.
El saliente gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ejecutó durante años una política conducente a reducir drásticamente las cuantiosas importaciones de maíz amarillo, tratando de sustituirlas con producción local, pero con escasos resultados.
Ahora, el gobierno que encabezará a partir de octubre por seis años la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, del oficialista Morena, buscará solo mantener la autosuficiencia en maíz blanco.
“Nuestro objetivo no es reducir las importaciones, nuestro objetivo es producir más”, dijo sobre el tema Berdegué a Reuters en una entrevista el viernes.
Ojalá podamos reducir las importaciones, pero nuestra meta no es la autosuficiencia en maíz amarillo … En este sexenio no”, añadió.
Berdegué, un agrónomo de 66 años que acompañó a Sheinbaum en su campaña y fue anunciado para el cargo el mes pasado, dijo que posiblemente México tenga que seguir importando mucho maíz para alimentar ganado, a fin de satisfacer un mayor consumo de carne de la población.
México es un comprador clave de maíz amarillo transgénico de Estados Unidos, del que adquiere cerca de 6,000 millones de dólares anualmente.
Ambos países están en medio de una disputa por el comercio del grano que se dirime en un panel de solución de controversias del acuerdo comercial de Norteamérica, T-MEC, del que se espera una resolución en el último trimestre del año.
El centro de la disputa es un decreto de 2023 del actual gobierno de López Obrador que prohíbe el maíz amarillo para “consumo humano”, entendido como todo aquel de uso directo, especialmente en harina y masa para tortillas, alimento básico en la dieta de los mexicanos.
Estados Unidos alega que esa prohibición no tiene base científica y viola los compromisos bajo el T-MEC. México insiste en que no es así ni afecta las importaciones del grano.
El decreto sí permite, en cambio, el uso de maíz amarillo transgénico como alimento para ganado, que representa la mayor parte de las importaciones anuales de maíz estadounidense por parte de México, y para uso industrial.
Berdegué dijo que el gobierno de Sheinbaum comulgará completamente con el decreto de López Obrador.
“Si nosotros somos autosuficientes en maíz blanco y no tenemos problemas con la importación de maíz amarillo transgénico o no transgénico para los usos forrajeros e industriales ¿dónde está el problema de comercio?”, dijo Berdegué.
Deforestación
Berdegué, un exfuncionario de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por su sigla en inglés), ha dicho que Sheinbaum, una ingeniera energética y exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, pretende renovar la gobernanza del agua en el sector agrícola, el principal usuario del escaso recurso.
Parte de esa tarea es fortalecer el “ciclo del agua”, que incluye un combate frontal a la deforestación, provocada en buena parte para instaurar cultivos lucrativos como la ganadería y el aguacate.
Berdegué dijo que el gobierno de Sheinbaum tendrá una “meta aspiracional” de reducir la deforestación provocada por la actividad agropecuaria en un 50% al final de su administración, en 2030.
Es una meta muy ambiciosa, pero yo creo que sí podemos”, confió, y añadió que hay cálculos que estiman ahora la deforestación en unas 200,000 hectáreas al año.