Los grupos defensores de derechos humanos dan un paso al frente ante las amenazas de Trump y tratan de convencer a millones de electores para que voten por los demócratas
Patricia Caro / El País
Cuando queda un mes para las elecciones generales una coalición de 24 organizaciones dedicadas a la defensa de los inmigrantes ha hecho oficial su respaldo a la candidatura de Kamala Harris y Tim Walz. FIRM Action, el brazo político del Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FIRM, por sus siglas en inglés) anunció este jueves su apoyo a la vicepresidenta en una conferencia en la que participaron varios líderes de grupos de derechos civiles presentes en 26 Estados. “No nos quedamos de brazos cruzados mientras los inmigrantes siguen siendo el saco de boxeo de los políticos en esta elección”, dijo la presidenta de la Junta de Acción de FIRM, Angélica Salas. “Respondamos movilizando a nuestras familias, amigos y vecinos y asegurándonos de que emitan su voto en las urnas por Kamala Harris”, pidió antes de recordar el potencial del voto de los migrantes, que en cuatro años ha sumado 3,5 millones de nuevos ciudadanos.
En los 30 días que restan para los comicios, estas organizaciones planean tocar en las puertas de más de tres millones de votantes, acudir a centros comunitarios y usar las redes sociales para pedir que voten por la candidata demócrata. Las amenazas y los insultos que el candidato republicano, Donald Trump, y sus seguidores llevan meses repitiendo no han caído en saco roto. “Si es elegido, Trump destruirá y separará a nuestras familias con deportaciones masivas, eliminará DACA -programa que concede la residencia a los migrantes que llegaron siendo niños- y el estatus de protección temporal. Cerrará todo acceso al asilo y desatará el odio contra nosotros en toda la nación”, advirtió Salas, que también preside la organización californiana de defensa de los migrantes CHIRLA.
Trump ha ido endureciendo su discurso contra los migrantes anunciando la mayor deportación de la historia, culpándoles de los males del país, como el encarecimiento de la vivienda, y criminalizándoles, como en la disparatada acusación de que los haitianos de la ciudad de Springfield, Ohio, se comen a las mascotas. En respuesta, estas organizaciones hacen campaña en su contra. Salas advierte: “Le recordamos a este país que los inmigrantes sí tienen poder político”.
En 2022 había casi 24 millones de ciudadanos nacidos fuera de Estados Unidos con derecho al voto, un 10% del electorado. Su crecimiento del 32% en una década superó con creces el aumento de la población adulta nacida en el país, que sólo fue del 8% entre 2012 y 2022, según datos de Pew Research.
Vanessa Cárdenas, presidenta de la organización con sede en Washington America’s Voice, reconoció que el mensaje republicano ha esparcido el miedo entre la población migrante y comparó las dos posturas ante la migración, que “están arraigadas en visiones del mundo y visiones de Estados Unidos diferentes. Harris reconoce que la inmigración igualitaria y ordenada y las historias, sueños y sacrificios de la generación de inmigrantes se encuentran entre nuestras mayores fortalezas. Sin embargo, la visión de Trump está llena de oscuridad y desinformación, y logra dividir en cuestiones de raza e inmigración”.
Cárdenas recordó la importancia de la inmigración en Estados clave para el resultado de las elecciones, como Arizona, donde el 16% de la fuerza laboral es migrante, o Nevada, donde la industria del entretenimiento y los servicios colapsaría sin el trabajo de los latinos.
Desde Nevada, la presidenta de la organización estatal PLAN Action, subrayó que la cita del 5 de noviembre es “una elección entre organizar el futuro y llevarnos de regreso a un pasado de incertidumbre que ya hemos probado, y al que definitivamente no quiero regresar”. En este Estado, donde el 14% de los electores nació fuera de Estados Unidos, el margen de victoria en las últimas elecciones fue muy estrecho y este año la carrera es aún más reñida. Martin, que dice que en Nevada se ve a Trump como un estafador, apunta que “el nuevo voto latino podría ser el margen de victoria”, ya que uno de cada cinco electores es hispano. Es por eso que asegura que están realizando una campaña masiva para pedir el voto por Harris. Además, PLAN está haciendo campaña por varias iniciativas, como los consejos escolares y el aborto, asuntos que Nevada está llevando a las urnas, porque “esas cosas pueden tener más efecto en su vida diaria que el papel del presidente”.
Desde Wisconsin, otro de los Estados clave en las elecciones, la presidenta de Voces de la Frontera, Christine Newman, destacó la necesidad de movilizar a la comunidad latina del Estado, en el que un 80% de los trabajadores de su industria láctea son migrantes, siendo la mayoría de ellos indocumentados. Newman defendió su apoyo a Harris porque “ella sabe distinguir entre los miembros de carteles y crimen organizado y las familias trabajadoras”. “Los inmigrantes son los que mantienen a este país en marcha y esperamos trabajar con ella en los primeros 100 días de la nueva Administración para impulsar políticas para las personas que han estado aquí durante décadas y, con suerte, a través de un Congreso legislativo que puede arreglar un sistema roto”, dijo.
Huir del pasado
Una de las razones más expuestas para dar el apoyo a Harris, aparte de las amenazas de lo que puede conllevar una victoria de Trump para sus comunidades, es la experiencia vivida durante su anterior presidencia. Adonis Flores, portavoz de Michigan United Action, sufrió en su familia los efectos de la política de deportación cuando su hermano fue expulsado del país en 2017. Además de los latinos, su organización hace campaña entre la comunidad árabe. “Queremos recordarles que tenemos una mejor oportunidad de buscar políticas y ayuda para nuestras familias en el Medio Oriente, así como en la frontera y aquí en el país, con Harris de presidenta”, asegura.
También recordó las consecuencias del mandato de Trump Theo Oshiro, presidente de Se Hace Camino, que opera a nivel nacional, con la separación de las familias de muchos migrantes que fueron expulsados. “No podemos volver”, y admitió que, además de votar por Harris “el reto es empujar a la Administración para asegurar la justicia para la comunidad inmigrante”.
“Es una cuestión de supervivencia”, advirtió Gustavo Torres, presidente de CASA en acción.