En una serie de imágenes impactantes capturadas por el fotógrafo Ramón Rubal, se revela el dramático cambio que ha experimentado la presa Novillo en Sonora a lo largo de los últimos 8 años. Lo que una vez fue un prístino cuerpo de agua rodeado de exuberante vegetación, ahora se ha transformado en un paisaje desolado y desértico.
Las fotos, tomadas en el mismo lugar, día y mes pero en diferentes años, muestran la notable diferencia entre la presa Novillo el 8 de abril de 2016 y el mismo día en 2024. En la imagen de 2016, el agua refleja el cielo azul y las montañas verdes que la rodean, mientras que en la imagen de 2024, el lecho de la presa se ha secado por completo, dejando atrás solo la arena y la aridez del desierto.
El contraste entre las dos imágenes es impactante y revela el impacto devastador que el cambio climático y la sequía han tenido en esta región de Sonora. La presa Novillo solía ser un importante cuerpo de agua que proporcionaba recursos hídricos para la agricultura, la ganadería y el abastecimiento de agua potable para las comunidades locales. Sin embargo, en los últimos años, la disminución de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas han provocado una reducción drástica en el nivel de agua de la presa, hasta llegar a su completa sequedad en 2024.
Las imágenes de Rubal son un recordatorio impactante de la urgente necesidad de tomar medidas para abordar el cambio climático y proteger nuestros recursos naturales. La presa Novillo es solo un ejemplo de cómo el calentamiento global está afectando a nuestro planeta y a las comunidades que dependen de él.
A través de estas fotos, Ramón Rubal nos invita a reflexionar sobre el futuro de nuestro medio ambiente y la importancia de trabajar juntos para preservar y proteger nuestros recursos naturales para las generaciones venideras.