Pitiquito.— Hombres armados irrumpieron en la Comisaría Félix Gómez, El Dipo, del municipio de Pitiquito, provocando el desplazamiento forzado de sus habitantes; en el lugar sólo queda una familia que suplica le devuelvan a uno de sus integrantes.
A través de un video, la familiar de Manuel Octavio Velázquez Bojórquez, suplica a las autoridades y al gobernador Alfonso Durazo para que volteen a ver a su comunidad, convertida ahora en pueblo fantasma.
“Estamos pidiendo ayuda para encontrar a nuestro familiar que el día 9 de abril, en punto de medio día, lo sustrajeron de su casa se lo llevaron no hemos sabido nada de él.
“No vienen autoridades, nadie ayuda, queremos recuperarlo, no queremos culpables, sólo queremos que nos lo regresen vivo o muerto”.
La mujer que narró en video la situación que se vive en esa pequeña comunidad del desierto, ubicada a 108 kilómetros al Oeste de la cabecera municipal de Pitiquito, hizo un recorrido visual de las calles terregosas y abandonadas.
“¡Por favor!, volteen a ver aquí, a Félix Gómez, volteen a ver este pueblo, si existe, si existe la familia, sólo queremos a nuestro familiar de regreso”.
Imploró: “¡Tengan piedad, por favor!, él es una persona buena es una persona inocente que no tiene nada que ver con nadie.
“¡Por favor ayúdenos!, miren no hay nadie, se convirtió en un pueblo fantasma, somos los únicos que estamos aquí, no nos podemos ir sin él, como sea que esté, sólo regrésenlo”, continuó rogando.
“Autoridades, gobernador Alfonso Durazo, por favor volteen para acá, también existimos ya hay una denuncia para su búsqueda, no queremos buscar a nadie más que él, no queremos meternos con nadie no es contra nadie sólo queremos a nuestro familiar miren.
“Miren es una tristeza todo esto”, dijo sobre su pueblo abandonado.
La Comisión Búsqueda de Personas del Estado de Sonora emitió una ficha de búsqueda para Manuel Octavio Velázquez Bojórquez, de 62 años de edad, bajo el expediente SG/CBPESON/257/2024.
¿Qué pasó en El Dipo?
La comisaría Félix Gómez de apenas 100 habitantes, fue tomada por asalto por hombres armados que llegaron en vehículos blindados.
Irrumpieron por la fuerza en los hogares, robaron pertenencias y asaltaron las tiendas.
Dejaron ir a las mujeres y tomaron de rehenes a los hombres; sólo se sabe de uno que se llevaron.
La Guardia Nacional realizó un operativo en el sitio logrando detener a seis personas, según informó la mesa de seguridad.
De acuerdo con el reporte oficial, en el municipio de Pitiquito, en el Ejido Félix Gómez, se detuvo a Luis David “N”, Jesús Alexis “N”, Miguel Ángel “N”, Abran “N”, Luis Miguel “N” y Héctor Jesús “N”, cuatro de ellos menores de edad, en el kilómetro 65 de la localidad mencionada.
Las personas aseguradas abordaban tres vehículos blindados y traían consigo seis armas largas de uso exclusivo de las fuerzas armadas, una ametralladora, 77 cargadores, chalecos tácticos y cascos.
Dicha detención se concretó sin un solo disparo, se informó.
En hechos distintos, en la localidad del Sáric, se decomisaron por parte de integrantes de las fuerzas de seguridad, dos vehículos con blindaje artesanal, dos armas de fuego, 58 cargadores y 2 mil 641 cartuchos.
Los detenidos, así como los vehículos blindados, armas largas, cargadores y cartuchos asegurados, fueron puestos a disposición del Ministerio Público federal para la respectiva investigación.
La guerra del desierto
A pesar de los constantes operativos de las fuerzas federales en coordinación con el estado, una guerra sin control mantiene en zozobra no sólo a los habitantes del desierto de Sonora, sino a viajeros y turistas que a su paso ven escenas o son víctimas de la violencia.
Hay actos criminales desde artefactos poncha llantas en las carreteras, asaltos en autobuses, vehículos incendiados, hasta cuerpos decapitados y descuartizados, como recién ocurrió en una rúa de Caborca.
En el desierto de Altar, son los integrantes de cárteles quienes difunden a través de redes sociales, las imágenes que muestran lo que ocurre en esa región en guerra por el control de la plaza, por el tráfico humano, de drogas y de armas. Las autoridades no emiten información oficial, por lo que se desconoce si hay personas sin vida o heridas a causa.
Los ciudadanos de esa zona donde se ubican los municipios de Tubutama, Trincheras, Pitiquito, Altar, Caborca, Sonoyta y Sáric, principalmente, viven con temor y no saben en quien confiar, ya que los grupos criminales también operan en patrullas clonadas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Fuera de control, los comandos armados patrullan el desierto a veces con uniformes institucionales.