Una especie de gran tamaño continúa en el planeta y demuestra que es posible enfrentarse a la crisis de biodiversidad
MUNDO DEPORTIVO
No son pocas las especies de animales en peligro de extinción en nuestro planeta. Algunas, por desgracia, desaparecen por completo, mientras que otras consiguen prosperar en zoológicos o reservas de animales, donde tienen una segunda oportunidad. En este caso, te queremos hablar de un mamífero artiodáctilo que ha sufrido lo indecible en el siglo XX.
Bisontes: de la extinción a su reintroducción
En la actualidad, únicamente existen dos especies de este animal. La primera de ellas es la conocida como Bison bison, comunmente denominado bisonte americano, uno de los animales terrestres más grandes del planeta, mientras que la segunda tiene como denominación Bison bonasus o bisonte europeo. A inicios del siglo XX, concretamente en el año 1919, el último bisonte europeo en libertad caía víctima de un fusil en el bosque de Bialowieza, mientras que ocho años más tarde otra subespecie se despedía en las montañas del Cáucaso.
Jorge Cassinello, investigador del CSIC, habló con el medio El Salto acerca de este animal de grandes dimensiones y aseguró que ‘el bisonte europeo estuvo a punto de extinguirse‘. El motivo, como imaginarás, fue el propio ser humano, ya que destruimos sus hábitats y lo cazamos hasta un punto de no retorno. La única presencia en Europa de este animal, a principios del siglo XX, se encontraba en los zoológicos.https://www.youtube.com/embed/yrUWbY3Cgxc?feature=oembed
Sin embargo, poco a poco, esta especie ha podido ir recuperándose. La especie que vivía en el Cáucaso, un único macho, se cruzó con cuatro hembras y la especie polaca tuvo la suerte de contar con tres machos y cuatro hembras. En la actualidad, existen más de 8.000 bisontes europeos en libertad, con dos líneas genéticas que no se han mezclado durante bastante tiempo con el fin de no perder variabilidad genética.
Existe un proyecto en la localidad de San Cebrián de Mudá que puede presumir de ser el primero en reintroducir el bisonte europeo en nuestro país, con dos parcelas, de 29 y 200 hectáreas, donde estos animales viven apaciblemente y donde empiezan a procrear.
El alcalde de este pueblo asegura que la presencia del bisonte ha ayudado a repoblar el lugar, al poner en marcha una nueva actividad socioeconómica. Eso sí, la mayoría de estos proyectos no cuentan con respaldo y financiación pública, debido a que no estamos ante una especie autóctona, aunque podamos pensar que sí lo era en el pasado, debido a la presencia de bisontes en las cuevas de Altamira.
En realidad, en dichas pinturas se retrata a bisonte estepario, con lo que, según Jorge Cassinello, ‘no se ha acreditado su presencia ni en tiempos históricos ni durante el neolítico’. Si tuviésemos constancia de su presencia, estaríamos obligados a proteger a esta especie que empieza a prosperar en nuestro territorio y que, además, es definida como un empradizador, es decir, convierte extensiones de terreno con maleza en prados y con más biodiversidad.