En agosto del 2014, la mina Buenavista de Cobre sufrió una falla que provocó un derrame de sulfato de cobre en los ríos de Bacanuchi y Sonora
Merary Nuñez
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó que se ha alcanzado un acuerdo considerado “muy importante” para el Plan de Justicia en Cananea, que busca resarcir los daños provocados hace más de una década por el derrame de sulfato de cobre acidulado en la mina Buena Vista del Cobre, propiedad de Grupo México.
Los trabajadores, que sostuvieron una huelga durante varios años, resolvieron finalizarla tras recibir un apoyo de resarcimiento. Sheinbaum subrayó la trascendencia de este hecho para Sonora, calificándolo como “histórico”.
La mandataria adelantó que el día de mañana se presentarán todos los detalles de las obras de resarcimiento vinculadas a la contaminación del río Sonora.
Explicó que, aunque la empresa mostró resistencia para culminar las acciones necesarias, la labor de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, junto al gobernador, Alfredo Durazo Montaño y la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, fue decisiva para que se pueda anunciar el cumplimiento de “prácticamente todas las demandas planteadas por la comunidad afectada por la contaminación del río”.
La presidenta Sheinbaum detalló algunas de las acciones incluidas en el proceso de remediación para el río Sonora, entre las que se encuentran la construcción de clínicas, la instalación de un sistema de medición permanente de la calidad del agua y la restitución y remediación de los suelos afectados.
Señaló que estas labores constituyen el resultado de un esfuerzo conjunto con Grupo México, empresa que “al final, decidió cumplir”.
En agosto pasado, Sheinbaum informó que se conformó un grupo de trabajo dedicado a coordinar acciones con la minera, a fin de atender las demandas planteadas por la comunidad afectada por la contaminación derivada del derrame en la mina Buena Vista del Cobre.
En ese contexto, la presidenta insistió en la importancia de que Grupo México “acabe de pagar todo lo que tiene que pagar por este accidente o incidente que hubo”.
Tragedia ambiental en Río Sonora
La contaminación del río de Sonora representa uno de los desastres ambientales de mayor alcance y duración en México.
El origen de esta crisis se remonta al 6 de agosto de 2014, cuando una falla en la mina Buenavista del Cobre, operada por Grupo México en Cananea, provocó la liberación de 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado en los ríos Bacanuchi y Sonora.
La solución derramada, compuesta por diversos metales pesados como arsénico, plomo y cadmio, recorrió más de 250 kilómetros, causando un fuerte impacto ambiental y poniendo en riesgo a aproximadamente 24 mil personas de ocho municipios.
HERMOSILLO, SONORA, 22AGOSTO2014.- El pasado once de agosto fue el primer día que se dio alerta formalmente de que el Río Sonora tenía un tono naranja en la comunidad de Aconchi Sonora, esto debido al derrame de 40 mil litros cúbicos de químicos tóxicos provenientes de una fuga en la región minera de Cananea, concesionada al consorcio minero Grupo México. Debido a este desastre, los pozos de siete municipios fueron cerrados y se reparte agua en pipa para la población, pues la concentración de contaminantes en el río es nociva para la vida. FOTO: JESÚS BALLESTEROS/ EXPRESO/CUARTOSCURO.COM
La exposición a estos contaminantes se ha vinculado con múltiples problemas de salud entre los habitantes de la región, entre ellos enfermedades en la piel, afecciones respiratorias, trastornos digestivos y daños renales, además de registrarse casos de cáncer relacionados con la presencia de metales en el agua y el suelo.
El incidente obligó a suspender el suministro de agua potable y el cierre de pozos, lo que afectó las necesidades básicas de la población.
En el 2024, José Manuel López, integrante de los Comités de Cuenca Río Sonora narró en entrevista con IMER Noticias que l impacto sanitario se ha traducido en un aumento de enfermedades como el cáncer y en una mayor mortalidad semanal, con registros de hasta cinco fallecimientos por municipio, una situación que, según López, no se observaba antes del desastre ambiental. Además, la explotación minera en la región ha provocado la presencia de mercurio en el aire, agravando los riesgos para la salud.







