El presidente estadounidense rebaja los gravámenes a un amplio catálogo de productos alimentarios
Jesús Sérvulo González
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este jueves una orden ejecutiva en la que exime los aranceles sobre un amplio catálogo de productos importados de Brasil, como la carne de ternera y otros derivados vacunos, frutas tropicales como bananas, piña y cocos; café y verduras como tomates, entre otros. La norma rebaja los gravámenes con carácter retroactivo desde el pasado 13 de noviembre.
La orden ejecutiva permitirá eximir a una amplia lista de productos alimenticios básicos para la cesta de la compra de los estadounidenses del arancel del 40% que impuso Trump a los productos brasileños el pasado julio, con el pretexto de que el juicio al expresidente Jair Bolsonaro, condenado por los tribunales por intento de golpe de Estado, suponía una “amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de los Estados Unidos”.
El Gobierno de Brasil ha recibido la decisión de Trump “con satisfacción “, según una nota de la Cancillería. “Brasil seguirá negociando con Estados Unidos con la vista puesta en la retirada de los aranceles adicionales y el resto de la agenda del comercial bilateral”, añade, informa Naiara Galarraga Gortázar desde São Paulo.
El mandatario estadounidense ha emprendido una revisión de su política comercial tras percatarse, aunque no lo reconoce públicamente, de que el coste de la vida está afectando a su agenda política. Los medios estadounidenses han publicado varias encuestas en las últimas semanas en las que sitúan el coste de la vida como le principal problema para las familias. El problema de la asequibilidad se ha convertido en un elemento principal de debate público tras la victoria del socialista Zohran Mamdani en la carrera para la alcaldía de Nueva York. Mamdani enarboló la bandera del coste de la vida, como principal argumento de su campaña electoral. Desde entonces el partido demócrata ha percutido con ese mensaje.
La Casa Blanca lleva semanas estudiando medidas para afrontar este problema. La semana pasada, el inquilino del Despacho Oval aprobó una rebaja de los aranceles para la carne de ternera, el café, los plátanos y otras frutas tropicales de otros socios comerciales, pero la orden ejecutiva firmada por Trump no afectaba del todo a Brasil.
En el decreto aprobado durante la semana, Trump eliminó los aranceles sobre numerosos productos alimenticios procedentes de Argentina, El Salvador, Ecuador y Guatemala. Al día siguiente extendió la exención de aranceles “a países que producen volúmenes sustanciales de productos agrícolas que no se cultivan o producen en cantidades suficientes en Estados Unidos”.
El político millonario, que hizo su fortuna especulando en el mercado inmobiliario neoyorquino y con casinos en Atlanta, retiró los aranceles del café y té; frutas tropicales y zumos de frutas; cacao y especias; plátanos, naranjas y tomates; carne de vacuno; y fertilizantes adicionales.
El presidente republicano busca rebajar la factura de la cesta de la compra la semana en que las familias celebran el Thanksgiving (Acción de Gracias), la fiesta más popular del país, como símbolo de su nueva estrategia política. Una jornada en la que los estadounidenses se reúnen con sus seres queridos alrededor de la mesa, siguiendo una tradición que dice que hay que cenar pavo junto a otras viandas. Trump lleva varios días haciendo hincapié en su red social Truth que la cena de Acción de Gracias de este año será más barata. Los economistas, sin embargo, aseguran que si es más barata es porque contiene menos productos.
Los aranceles sobre Brasil, que es uno de los grandes productores de alimentos del mundo, han supuesto un aumento de los precios en Estados Unidos. La orden ejecutiva firmada este jueves por Trump supone un gran alivio para el país latinoamericano y un importante respaldo al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que ha mantenido varias conversaciones telefónicas con Trump en busca de alcanzar un acuerdo, además de reunirse con él en persona en Malasia.
“El 6 de octubre de 2025, participé en una conversación telefónica con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, durante la cual acordamos iniciar negociaciones para abordar las preocupaciones por el decreto de aranceles”, escribe Trump en la orden ejecutiva. “Estas negociaciones continúan. Asimismo, he recibido información y recomendaciones adicionales de diversos funcionarios que […] sostienen que, en su opinión, ciertas importaciones agrícolas procedentes de Brasil ya no deberían estar sujetas al arancel ad valorem adicional“, prosigue.
Estados Unidos había impuestos aranceles del 50% a Brasil después de que Trump aprobara una tasa adicional del 40% sobre el tipo general del 10% por el caso Bolsonaro.










