El gobierno de Estados Unidos construye un nuevo tramo de 11 kilómetros del muro en la frontera entre Arizona y Sonora, pese a las protestas de ambientalistas e indígenas que advierten daños ecológicos y culturales en la zona de Santa Cruz
SERGIO GARCÍA / LA SILLA ROTA
SANTA CRUZ, Son.— En una remota zona de la frontera con Arizona, el Gobierno de Estados Unidos ha iniciado la construcción de otros once kilómetros de muro en un tramo donde el paso permanecía abierto desde hace años.
El sitio exacto se encuentra a dos horas en auto desde la ciudad de Nogales, por una carretera montañosa y un camino accidentado. Rubén Peralta Torres, historiador empírico del municipio de Santa Cruz, fue el guía por esos senderos agrestes donde cualquier persona podría perderse fácilmente.
Luego de sortear varios peligros en el trayecto pedregoso y con hoyancos en los que fácilmente se podría quedar embancado un vehículo, se llega hasta un valle amplio conocido como La Bota.
A lo lejos se observan cerca de 300 metros de muro recién levantado, que se extiende en medio del valle y deja claro su propósito: dividir a dos naciones.
Construcción en marcha
En el lugar trabajan unas 20 personas con maquinaria pesada: dompes, revolvedoras, grúas, camiones de carga y retroexcavadoras. Hay también un campamento temporal, pero bien equipado, con carpas amplias y cocina de campaña.
La Silla Rota llegó al sitio justo cuando los obreros inyectaban concreto en la cimentación del nuevo muro fronterizo.
El levantamiento de esta nueva sección se encuentra a unos 100 kilómetros al oriente de la ciudad de Nogales y a 1,801 kilómetros de Tijuana, donde inicia la línea divisoria, según un marcador colocado por los propios ingenieros del proyecto.
Del lado estadounidense, las obras se desarrollan cerca de la ciudad de Sierra Vista; del lado mexicano, en el municipio sonorense de Santa Cruz, dentro de un predio conocido como Los Fresnos.
En este mismo punto existía hace unas décadas una puerta por donde se traficaban mercancías con el consentimiento tácito de autoridades de ambos países.
Rubén Peralta recuerda que había incluso una rampa que permitía cruzar por encima del muro, de apenas un metro de altura. “Por este lugar, que llamaban La Bota, pasaban camiones y carros llenos de contrabando: carne, pollo, refacciones, comida para animales, leche y quién sabe cuántas cosas más, lícitas o ilícitas”, relata.
También fue durante años una de las rutas más usadas por migrantes hacia Estados Unidos. “Miles de personas cruzaron por estas tierras buscando llegar a cualquier parte del norte”, añadió.
Promesa cumplida y protestas
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, anunció el pasado 15 de marzo la construcción de 11.26 kilómetros (7 millas) más de muro en la frontera con México.
Desde Arizona, la funcionaria del gobierno de Donald Trump aseguró que el objetivo es reforzar la seguridad nacional:
“Estoy aquí en Arizona, pueden ver el muro fronterizo. Desde hoy comenzaremos a construir siete millas. Vamos a continuar para hacer a Estados Unidos seguro de nuevo”, dijo entonces en un video difundido en redes sociales.
Sin embargo, no todos comparten el entusiasmo. En julio pasado, frente a la antigua aduana de Santa Cruz, Sonora, conocida como La Noria o Lochie en Arizona, se realizó una manifestación binacional contra la obra, con la participación de familias provenientes de Phoenix, Tucson, Sierra Vista, Santa Cruz y Cananea.
En la protesta participó también Rubén Peralta, quien advirtió sobre los daños ambientales que podría causar el muro.
“Nos preocupa que impida la migración de la fauna silvestre —osos, leones, ardillas, correcaminos— y que provoque inundaciones al alterar los cauces naturales de agua”, explicó.
Peralta añadió que comunidades indígenas han denunciado que la construcción destruye sitios sagrados, debido al uso de explosivos para abrir terreno.
La organización Sierra Club de Arizona, junto con otras agrupaciones, encabeza una coalición para frenar la expansión de los muros fronterizos. En su sitio informan que ya existen más de 650 millas (1,045 kilómetros) de barreras levantadas entre México y Estados Unidos.
El propio Peralta confirmó que para este sábado 15 de noviembre se prepara una nueva manifestación en el punto exacto donde se erige el nuevo tramo del muro, en plena sierra sonorense.
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