LA JORNADA
La escritora tlaxcalteca Alicia Mares ganó el Premio Nacional de Literatura Fantástica de la Universidad de Sonora, en su segunda edición, con la novela La Estela de las rutas nómadas, una obra que, como ella misma la define, “condensa la inquietud de una generación por tener un hogar digno”. Esta frase, que podría parecer una declaración social, es en realidad la semilla emocional que atraviesa la realidad, un futuro cercano donde la vivienda es un lujo y la humanidad se ve obligada a convertirse en nómada para sobrevivir.
Este premio, convocado a nivel nacional, reconoce proyectos editoriales inéditos que aportan innovación al género fantástico. La obra de Mares fue seleccionada por su propuesta de ficción futurista anclada en problemáticas reales como la crisis inmobiliaria y la migración interna. La novela será publicada por el Fondo Editorial de la Universidad de Sonora y distribuida en formato físico y digital.
Alicia Mares explicó en entrevista que el origen del libro fue un cuento largo que permaneció archivado durante años, hasta que decidió retomarlo gracias a la convocatoria del premio. “Era un manuscrito de 30 páginas. Cuando vi que la convocatoria permitía un rango amplio, me senté todo agosto a transformarlo en novela”, afirmó.
La autora define su obra con una frase que concentra su sentido generacional: “Diría que este libro condensa la inquietud de una generación por tener un hogar digno”. La historia plantea un México cercano en el que miles de jóvenes, sin acceso a vivienda, recorren el país en caravanas de casas armables, nombradas como cometas para simbolizar la vida en tránsito. “No quise despegarme de la realidad. Me interesaba imaginar un futuro tan próximo que resultara reconocible”, comentó.
Uno de los elementos clave en el desarrollo de la novela fue su participación en el Diplomado de Literatura del Museo Miguel N. Lira, en Tlaxcala, coordinado por la también escritora Gabriela Conde. Alicia fue parte de la primera generación de este diplomado en 2023. “Ese espacio fue determinante. Me ayudó a pasar del cuento a la novela. Me dio estructura, acompañamiento y, sobre todo, un sentido de pertenencia literaria”, indicó.
Sobre el impacto del diplomado, Mares enfatizó sobre la importancia de que existan espacios públicos y gratuitos de formación literaria. “Cualquiera puede escribir, pero muchas personas se sienten intimidadas. Iniciativas como esta funcionan como detonadores de vocaciones”.
Alicia, quien vivió su infancia en Calpulalpan y mantiene lazos familiares en Huamantla, señaló que su regreso a Tlaxcala tuvo un impacto directo en su creación. “Tlaxcala fue mi lugar de reencuentro. Quería reconectar con la tierra de mi padre y encontrar un sitio para escribir con calma”.
La autora ha publicado dos libros de cuentos, un poemario y ha sido beneficiaria del Fonca y del PECDA Tlaxcala. No obstante, considera que este premio marca el comienzo de una nueva etapa. “Me gustaría que este reconocimiento fuera el primero de muchos. Ya tengo otros proyectos en proceso”.
Por último, anunció el lanzamiento de su próximo libro de cuentos, Helado de flor de cempasúchil, que saldrá a finales de este mes de octubre bajo el sello de la editorial independiente La Tinta del Silencio. Esta nueva obra, adelantó, está inspirada en escenarios tlaxcaltecas y será presentada tanto en Ciudad de México como en Tlaxcala.