“Si no los convencemos no va haber presas” señala por su parte Durazo tras manifestación de inconformes durante la visita de la presidenta a Hermosillo
Santiago García C.
Hermosillo, Sonora.- Habitantes de Ures, Puerta del Sol y de municipios del Río Sonora aprovecharon la presencia de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en Hermosillo para manifestarle su postura de rechazo a la construcción de tres presas en los ríos Sonora y San Miguel por parte del Gobierno de Sonora.
A la salida de las instalaciones del Centro de Usos Múltiples (CUM), los manifestantes abordaron la unidad donde viajaba la presidenta de México, gritando ¡Durazo entiende el rio no se vende, no a las presas!.
La Presidenta Claudia Sheimbaum fue entrevistad por el periodista Cayetano Lucero, sobre lo que dicen los habitantes del Río Sonora, que el agua de las presas que se van a construir es para Grupo México.
“No, como crees, es para la gente- Pues la gente dice que no revira el reportero Cayetano Lucero- Pues si pero es falso, es que le hacen caso a los rumores no a la verdad”, respondió la Presidenta Claudia Sheimbaum Pardo.
Por su parte El Gobernador de Sonora de Sonora Alfonso Durazo, señaló que el proyecto todavía no está terminado y una vez que se concluya acudirá a dialogar con los habitantes del Río Sonora.
“Todavía no está concluido el proyecto, así es que falta información. Voy a ir allá a presentar personalmente el proyecto. No vamos hacer nada, si no los convencemos no va haber presas”.
Durante la manifestación, Miguel Pasillas reiteró los motivos de la oposición de los habitantes del río a estas obras hidráulicas.
“A qué jugamos Claudia, esto no es un juego. Estamos ante una catástrofe que quieren provocar el Gobierno Federal y el Gobierno Estado. Por qué. Porque quieren imponer un proyecto que no es viable para nada, no beneficia absolutamente a nadie, en cambio va a perjudicar no solo al Río Sonora sino a Hermosillo que es cuenca del Río Sonora. Es un ecocidio, no solo van afectar a los humanos, van afectar la flora y la fauna. El Gobernador en turno no es dueño del Río y no tiene por qué imponer su voluntad”.