ENERGIA A DEBATE
En los últimos años se ha hablado mucho del “oro blanco” mexicano: el litio. Pero esta visión suele reducirse al extractivismo clásico: sacar el mineral y exportarlo. El verdadero valor está en procesarlo, transformarlo, integrarlo.
Y ahí es donde entra el pCAM, un material químico intermedio indispensable para fabricar baterías de autos eléctricos. La paradoja es que, mientras la geopolítica gira en torno a reducir la dependencia de China, América del Norte no produce pCAM a escala comercial. Todo se sigue importando.
¿Qué es el pCAM?
El pCAM (precursor de material activo del cátodo) se fabrica con minerales como níquel, manganeso y cobalto, tras pasar por un proceso químico complejo. Se trata de un paso previo al CAM, que es el material activo del cátodo en las celdas de baterías.
China domina más del 75% de este proceso en el mundo. Esto significa que incluso si el litio se extrae en México o Argentina, el material que alimenta la batería pasa, casi inevitablemente, por China. Eso nos hace vulnerables como región.
¿Qué ha hecho Estados Unidos?
El gobierno estadounidense implementó, desde el 1 de agosto de 2025, nuevos aranceles para frenar esta dependencia. Además, el crédito fiscal de la Sección 45X otorga un subsidio del 10% del costo de producción del CAM en EE.UU., incluyendo el costo del pCAM, si proviene de un país aliado como México.
Esto abre una ventana de oportunidad histórica: el pCAM mexicano no pagaría aranceles y aumentaría su valor gracias a los incentivos fiscales de EE.UU. Puede ser más caro que el producto chino y aún así ser más rentable.
Entonces, ¿por qué no lo estamos haciendo?
No hay producción de pCAM en México. Tampoco en Canadá o EE.UU. Las plantas planeadas están en pausa o canceladas. Hoy, fuera de China, solo existen tres complejos en operación: EcoPro y POSCO Future M en Corea del Sur, y Umicore en Finlandia. El resto de proyectos en Norteamérica y Europa aún están en construcción o suspendidos.
Esto significa que, si México actúa con decisión, podría convertirse en el único país del continente capaz de producir pCAM competitivo antes de 2030. Y hacerlo en una posición estratégica: con acceso directo al mercado estadounidense y bajo reglas de subsidios que nos dan ventaja frente a Asia.
“Esto significa que, si México actúa con decisión, podría convertirse en el único país del continente capaz de producir pCAM competitivo antes de 2030”.
Pero esto requiere más que discursos: se necesita una estrategia industrial, inversión pública y privada, infraestructura química y voluntad política. No basta con declarar al litio como “estratégico”. Hay que construir soberanía tecnológica real, y eso empieza en el laboratorio, no en la mina.
México puede ser más que un exportador de minerales.
Puede ser un proveedor clave de tecnología limpia.
Lo que hace falta es decisión, visión de futuro… y ganas de dejar de ser solo el patio trasero de la industria global.