Su abogado dijo que Julio César Chávez Jr. se sentía “agüitado” y muy triste por todo lo que está pasando.
Las pruebas en contra de Julio Cesar Chávez Jr “son pura paja”, consideró su abogado Rubén Fernando Benítez, quien reveló que la Fiscalía General de la República (FGR) ha presentado pantallazos de Facebook e Instagram de internautas y un audio entre dos personajes desconocidos.
Además de una fotografía en la que el boxeador porta una gorra con el número 701, que se asocia con la marca de Joaquín El Chapo Guzmán.
En entrevista para MILENIO, el abogado tijuanense reveló los pormenores tanto de la investigación, que derivó su detención, como los detalles de las pruebas principales, mismas que según él han servido a las autoridades de Estados Unidos y México para decir “miren, estamos chambeando”.
¿Qué dijo el abogado de Chávez Jr?
“Esto no es broma, agregaron post de internautas que lo critican [a Julio César Jr.] porque en alguna ocasión traía una gorra que decía 701 –que es la marca de El Chapo Guzmán– y que, según ellos, con eso se evidencia que sí pertenecía a la organización”, apunta Benítez.
“Es una vacilada, esto se tiene que caer, no entiendo el ejercicio de llevarlo tan lejos a costa de tanto dinero e inconvenientes si desde ahorita se ve que va a ser estéril, y no va a llegar a nada relevante penalmente”.
También reveló que la versión de que Julio César Chávez Jr. habría golpeado por encargo a otro subordinado es una leyenda negra, construida a partir de un audio que presentó la FGR donde dos hombres no identificados dicen que escucharon de alguien más esa historia.
El boxeador enfrenta una acusación cuya descripción pormenorizada, según se lee, es:
“Delincuencia organizada en la modalidad de participar sin funciones de dirección, administración ni liderazgo en una asociación de tres o más personas para llevar a cabo actos que, por sí mismos o unidos a otros, dan como resultado tráfico de armas de fuego en la modalidad de introducción a territorio nacional de armas y explosivos y municiones sin contar con el permiso de Sedena”.
Su abogado dijo que Julio César Chávez Jr. se sentía “agüitado” y muy triste por todo lo que está pasando.
Hay 13 acusados más: ¿Qué se sabe?
El abogado Rubén Federico Benítez explicó que toda la acusación derivó de una investigación en Estados Unidos que reveló que existía un presunto grupo criminal que operaba el tráfico hormiga de armas desde Arizona a México. Y que en esa investigación hay al menos 13 acusados más.
Aclaró que a Julio César Chávez Jr. no se le acusa de traficar él mismo las armas hacia México, como han revelado algunos medios de comunicación, sino que los cargos consideran que él presuntamente forma parte del grupo criminal que realiza el comercio ilegal, como revelaron medios de comunicación hace unas semanas. Ese grupo, por cierto, estaría ligado al Cártel de Sinaloa.
“Allí las autoridades estadounidenses detienen a varios traficantes de armas que trabajaban de manera hormiga”, y explica que operaron la compra de armas a través de residentes legales en aquel país sin antecedentes penales, quienes las pedían por correo y se les hacían llegar hasta la puerta de su casa.
Al parecer, los funcionarios de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) cuando acudieron a los domicilios de los compradores a verificar que estos tuvieran las armas.
Se percataron que las habían vendido a otras personas, quienes a su vez de manera hormiga las habían cruzado a México junto con miles de municiones, hasta Nogales, Sonora, y a partir de ahí las enviaron en camiones urbanos hasta la capital de Sinaloa.
En aquel 2019, a través de un oficio a la embajada de México, las agencias estadunidenses dieron aviso a las autoridades mexicanas e incluyeron fotografías como evidencias de la operación de tráfico de armas.
“Y debo decirte que la Fiscalía en ese momento se puso a chambear, se pusieron super pilas y en lugar de empezar a reventar hicieron labor de inteligencia y escuchas telefónicas”, afirma el abogado del boxeador.
El litigante informa que, desde el principio, las autoridades de la ATF acudieron con un juez donde pidieron la intervención de 10 líneas telefónicas, a través de las cuales se empezó a obtener información sobre las operaciones en México de los traficantes.
Así pudieron recopilar grandes volúmenes de información y solicitaron una orden de aprehensión en el año 2023 en contra de otros acusados.
“Y de alguna manera en esa orden va contra mi cliente”, confirma Rubén Federico Benítez.
“Si le hubiera pegado, lo mato”: Julio César Jr.
Sobre que el boxeador habría sido ajustador de cuentas del Cártel de Sinaloa, su abogado explica que esta versión surge a raíz de una escucha telefónica, en la que un individuo aún no identificado por las autoridades, le dice otro hombre desconocido algo como esto, no de manera literal:
“Oye qué crees, fuimos a tal lado agarrar la peda con zutano y adivina quién estaba ahí, pues el Julio, ahí estaba, es camarada de ellos”. Y el otro hombre contestó algo como “¿y qué estaba haciendo?”. Le respondió: “Ah, pues ahí se quedó hasta las 6 de la mañana, estaba viendo la tele”.
Después, informó el abogado, el primer hombre lanza en la llamada: “por ahí supe que una vez fulanito de tal se pasó de lanza (refiriéndose a otro miembro de la organización) y le dijeron: si le aguantas unos vergazos a este güey, te perdonamos ¿Y qué crees, güey? Que lo cuelgan como costal y que le ponen unos golpes como costal de box, y sí se los aguantó supuestamente, y pues ya, lo perdonaron”.
Esto es lo que la Fiscalía intenta presentar como prueba, agrega Benítez, “una mera anécdota de dos hombres desconocidos”.
No se revela cuándo sucedió el hecho o a quién le pegó como saco de box, es decir, la información está muy fragmentada y difusa.
Al preguntarle a Julio César Chávez Jr si lo anterior sucedió con él, respondió contundente: “¡Nunca!, ¿cómo crees? O sea, si a mí me amarran a alguien, yo no le voy a pegar, ¿cómo le vas a pegar a alguien que está amarrado? O sea no, no inventes, y si yo le pego a alguien que está amarrado así, pues lo voy a matar”, dijo refiriéndose a la fuerza que tiene un boxeador.
Sobre otra de las pruebas cuenta: “Y no te miento: [los que lo acusan] se metieron al internet e hicieron una recopilación de post de Facebook, no es broma, y de Instagram, donde todo el mundo dice que hay un grupo de juniors en Culiacán que están cercanos a la mafia y entre ellos está Julio, pero son internautas que opinan”.
Agregaron publicaciones en redes sociales que critican al boxeador porque en alguna ocasión portaba una gorra con la leyenda “701”, que presuntamente hace alusión al número que ocupaba El Chapo Guzmán cuando se mencionaba que era uno de los hombres más ricos del mundo.
Este número también fue utilizado por su hija, Alejandrina Guzmán, cuando lanzó su marca de ropa llamado El Chapo 701.
“Es todo lo que hay y yo sí insistí en ir por partes; no sabemos quién dijo eso y es un testimonio de oídas, no es razonable. Ese indicio, si yo te dejo seguir investigando, ¿cómo vas a convertirlo en prueba para un juicio?, ¿cómo van a localizar a esos masculinos?, ¿van a llevar a cabo dictamen de audiometría y foniatría para establecer que ellos fueron [los de la llamada telefónica]? Porque ellos no fueron testigos, dicen que se enteraron” del hecho que estaban relatando.
No hubo “mano negra” en su salida
Rubén Fernando Benítez aseguró que desde 2023 se emitió la orden de aprehensión en contra de su cliente, pero no fueron tras él. Pero cuando desde Estados Unidos publican una fotografía con su rostro, todo cambió.
Suspiró: “Yo creo que es un oportunismo mediático, son titulares baratos (…) es una manera en que tanto Estados Unidos como México dicen ‘miren, estamos chambeando, agarramos a este señor que estaba con una visa de turista, se quedó acá, lo vamos a deportar porque se extendió y pidió asilo y se le negó”.
Dice, para aclarar rumores, que en Estados Unidos no hay nada en su contra y confirma que aunque sí existe un oficio de la agencia antidrogas, la DEA, este solo contiene información como su foto, su nombre y domicilio.
“Ese es el expediente de la DEA”, dice el defensor. Y considera que si hubiera algo contra Julio César Jr, no lo hubieran soltado. “Hacen un trato contigo, [pero] a él nada más lo deportaron, [porque] no le encontraron nada”.
Alega que es tras su detención en Estados Unidos que la FGR empezó a agregarle a su carpeta “pura paja”, como los pantallazos de las redes sociales.
Fernando Benítez muestra disgusto al recordar cómo en redes sociales y otros espacios se deja entrever que su salida de prisión hubo “mano negra”. “Eso es un error, la cárcel siempre debe ser el último recurso”.
Dice que incluso durante la audiencia del pasado 23 de agosto, el juez le preguntó al fiscal del caso si tenía alguna solicitud y este dijo que no. Fue entonces que la defensa solicitó la libertad de su cliente. En ese momento la FGR cayó en cuenta y solicitó la prisión preventiva justificada para el resto del proceso.
“Quiso empezar a justificar y no se lo permití, tu momento era este y no lo solicitaste”, pensó el abogado en ese momento.
Federico Benítez agrega que para solicitar que no se le enviara a prisión se presentaron las escrituras de su casa en Culiacán, la evidencia de que tenía dos hijas menores de edad y que estaba casado, para demostrar que tenía arraigo.
“El juez fue salomónico y no impuso prisión preventiva justificada, pero sí puso otras medidas como prohibición para salir del país sin permiso, y prohibición de acercarse con los operarios de la investigación…”, es decir, no puede acercarse a los policías que lo investigan.
Julio César Chávez Jr. fue liberado el domingo al mediodía del penal de Sonora. Ahora la FGR tiene un plazo de tres meses para investigar, y al final de sus pesquisas tiene que decidir si lo acusa o no.
Le pregunto al defensor cómo está su cliente y admite que el boxeador es una buena persona, que está agüitado:
“Está muy fatigado de todo lo que le hicieron pasar, pero se va a reponer y lo va a pelear. Y lo va a ganar, de mí te acuerdas, lo va a ganar porque [la acusación] es una pifia”.
ENLACE: Abogado de Julio César Chávez Jr descarta pruebas en su contra- Grupo Milenio