La presidenta destaca el caso del antiguo líder del Cartel de Sinaloa como ejemplo de la buena colaboración con Estados Unidos en el combate al narco
Zedrik Raziel
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha afirmado este martes que el proceso judicial contra Ismael El Mayo Zambada en Estados Unidos es un ejemplo de la buena colaboración con Washington en el combate a los grupos del crimen organizado, considerados por la Administración de Donald Trump organizaciones terroristas transnacionales. La mandataria, sin embargo, ha evitado ahondar en la espinosa declaración del antiguo líder del Cartel de Sinaloa de que presuntamente sobornó durante años a policías, comandantes militares y políticos para que permitieran las operaciones ilícitas de su organización. “Tendría que haber una denuncia, porque puede decir este tema, pero ¿a quién le daba dinero, de acuerdo con lo que planteó? Tendría que haber una denuncia en particular, ¿no?”, ha afirmado en conferencia en Palacio Nacional.
Zambada soltó la acusación al leer la carta en la que aceptaba su culpabilidad en la conducción de una empresa criminal dedicada al tráfico de drogas. El capo no dio nombres ni aportó pruebas, y, según su defensa legal, no lo hará, pues no existe un acuerdo de colaboración entre su cliente y Washington. El señalamiento del capo no es del todo sorpresiva, dada la intrincada relación de la narcopolítica en México, el vínculo histórico entre criminales y funcionarios públicos de todos los colores partidistas.
Sheinbaum ha señalado que una denuncia formal tendría que respaldar las acusaciones lanzadas al aire por El Mayo. Al margen de ese asunto, la presidenta ha preferido hablar sobre los lazos de cooperación entre los dos países.“La propia fiscal de Estados Unidos [Pam Bondi] dijo claramente que hay colaboración con el Gobierno de México en la reducción de los delitos, y en todo lo que se tiene que hacer contra los grupos de la delincuencia organizada”, ha afirmado.
Bondi hizo ese reconocimiento en una rueda de prensa conjunta con el director de la DEA, Terry Cole, y el titular del FBI, Kash Patel, momentos después de la audiencia de Zambada. Sheinbaum ha recuperado también las palabras de Cole, que comparó a El Mayo Zambada y a Joaquín El Chapo Guzmán con Genaro García Luna, el corrupto exsecretario de Seguridad Pública del presidente panista Felipe Calderón, que fue sentenciado en EE UU por narcotráfico el año pasado.
“Lo que más me llamo la atención ayer fue lo que dijo el director de la DEA. Dice en su declaración: ‘Hemos derribado a tres grandes narcotraficantes, el primero, García Luna; el segundo, El Chapo; el tercero, El Mayo”, ha citado Sheinbaum. “O sea, pone el director de la DEA al mismo nivel a dos conocidos capos de la droga y al que fue secretario de Seguridad de Calderón”, ha observado. El asunto ha servido a la mandataria para conducir la presión del espinoso caso de El Mayo a la oposición y ganar un balón de aire para el oficialismo, encabezado por Morena.
Sheinbaum también llamó la atención sobre la serie de turbios eventos que condujeron a El Mayo Zambada a su comparecencia ante la justicia en una corte de Nueva York. El veterano capo denunció en su momento que fue secuestrado y entregado irregularmente a Estados Unidos, y acusó a los hijos de su antiguo socio, El Chapo, de la traición. El expresidente Andrés Manuel López Obrador siempre exigió a Washington rendir cuentas por la violencia desatada en Sinaloa entre las facciones del cartel a raíz de aquella supuesta alta traición. “Yo creo que vale la pena analizarlo”, ha insistido la mandataria este lunes.