La empresa no ha iniciado operaciones mineras reales ni tiene contratos de exploración activos
Gil Reyes / EL SOL DE HERMOSILLO
A tres años de su formación, Litio MX, encargada de la explotación y administración de este elemento en México, enfrenta serias dificultades financieras y operativas, consideran especialistas en el tema, luego de que se presentara recientemente un reporte sobre la situación que guarda dicha empresa que maneja el Estado.
Según el informe financiero correspondiente al primer trimestre de 2025, Litio MX reportó pérdidas por 53 mil 436 pesos, lo que refleja la falta de generación de ingresos propios desde su creación. En este contexto, los activos totales de la empresa ascienden a tan solo 116.88 pesos, una cifra preocupante que ha disminuido en comparación con el año anterior.
La compañía, que opera con un presupuesto acumulado de 31.2 millones de pesos, destina la mayor parte de este monto a la nómina de sus 5 plazas permanentes y 9 eventuales.
Uno de los puntos más críticos es la inactividad operativa de Litio MX. A pesar de contar con una de las mayores reservas de litio en el mundo, estimadas en 1.7 millones de toneladas, la empresa no ha iniciado operaciones mineras reales ni tiene contratos de exploración activos.
La única acción concreta en términos de avance técnico ha sido la producción experimental de carbonato de litio grado batería, en colaboración con el CIMAV del CONACYT. Sin embargo, este proceso aún se encuentra en fase experimental y no se cuenta con infraestructura para escalarlo a un nivel comercial.
El mercado global del litio, que fue valorado en 55.4 mil millones de dólares en 2023, se proyecta que alcanzará los 123.4 mil millones de dólares para 2032. En este contexto, países como Bolivia, Argentina y Chile, con reservas de litio mucho mayores que las de México, ya han avanzado en la explotación y comercialización de este mineral, lo que coloca al país en una posición de rezago frente a estos competidores.
La falta de resultados concretos y la inactividad operativa de Litio MX han generado críticas de expertos, quienes consideran que la empresa no ha logrado materializar su potencial. Algunos incluso han calificado a Litio MX como una “empresa fantasma“, dado que no ha demostrado avances significativos en sus proyectos. A esto se suma el riesgo de que México pierda competitividad en un sector clave para la transición energética global.
Litio MX depende exclusivamente del presupuesto federal para su funcionamiento, dado que no ha logrado generar ingresos propios. Este modelo de financiamiento plantea dudas sobre la viabilidad a largo plazo del proyecto, especialmente en un contexto donde la empresa aún no ha logrado alcanzar la autosuficiencia y la rentabilidad.
La necesidad de innovar y avanzar
El doctor Luis Núñez Noriega, presidente de la Confederación Nacional de Concesionarios y Empresarios Mineros de México, señaló que Litio MX se encuentra en una fase de estructuración institucional, y que la falta de avances tecnológicos e infraestructuras adecuadas ha retrasado su progreso, aunque si el país no acelera el desarrollo de la industria del litio, podría perder una oportunidad estratégica frente a países que ya han consolidado sus proyectos productivos.
A pesar de los enormes recursos naturales con los que se cuenta en la República Mexicana, el futuro de este organismo público descentralizado sigue siendo incierto, ya que para que el proyecto se materialice y se convierta en un motor de desarrollo económico, será necesario que la empresa resuelva sus problemas financieros, adquiera tecnología adecuada y establezca una infraestructura sólida para la extracción y comercialización del litio.
“Se aprecia un panorama que confirma varios de los retos y limitaciones que enfrenta el organismo. Aunque el documento no despliega en detalle los ingresos relevantes ni una operación consolidada a nivel industrial, sí refleja un estado de desarrollo incipiente en términos de resultados financieros y operativos”, externó el especialista.
Al depender de recursos fiscales, se tiene una ausencia de utilidades y la limitada actividad productiva, lo cual genera dudas sobre la velocidad con la que el proyecto podrá transitar hacia la autosuficiencia y la rentabilidad.
“Tiene un enorme potencial estratégico, pero con gestión compleja. Si bien la reserva de litio en México es considerable, el reto no solo es económico, sino también tecnológico, ambiental y político. La extracción en arcillas requiere inversiones e innovación tecnológica que, a la fecha, LitioMx aún no refleja en resultados tangibles”, apuntó Núñez Noriega.