Una vez disipado el polvaderón de dimes y diretes que dejó la carta de Doña Beatriz Gutiérrez “Mueller” en torno a su presunto cambio de residencia a la Madre Patria por cuestiones estrictamente académicas de su jovencito hijo, es menester señalar algunos puntos.
En primerísimo lugar, diría un amigo mío levantando el dedo índice de su mano derecho a la altura de la cara, tiene un error que no puede permitirse: uno de sus apellidos está mal escrito.
Según hemos sabido todo este tiempo, el segundo apellido de la esposa de YSQ es Müller (así, con diéresis) y no Mueller. Luego entonces, la firma de Doña Betty asentada en la carta no corresponde al nombre completo correcto.
En términos legales, creo que un error así invalida cualquier trámite. Por ejemplo, si al momento de solicitar su pensión ante el Seguro Social o el Issste, según donde cotice, le detectan este detalle, segurito le van a dar pa´ tras en su trámite. Y ahí va a saber lo que es amar a Dios en tierra ajena: la harán dar vueltas que será un encanto.
Ahora, pudiera darse el caso de que en el acta de nacimiento su apellido esté escrito como Mueller y no Müller (“molinero”, en español), y nosotros no lo sabíamos. Otra posibilidad sería que le redactaron la carta y la firmó sin revisarla. Y una más: en la ceguera que causa el coraje, ella misma cometiera un error de dedo.
Medio aclarado el primer punto.
Luego, decirle a la señora licenciada en Ciencias de la Comunicación, con maestría en Letras Iberoamericanas y doctorado en Teoría Literaria, que su “loco hermoso” no se llama AMLO. Se llama, hasta donde todos sabemos: Andrés Manuel López Obrador. Le dicen AMLO, “Cabecita de Algodón”, “El Mesías de Macuspana”, y desde ahora, “Loco Hermoso”…pero nombre, nombre que digamos nombre, pues no.
“No me he ido a vivir allá ni a ningún otro lado”, asienta también Doña Beatriz en otra parte de su carta-intento de rechazo sobre lo publicado en el periódico ABC, de España, quien hasta ubicó su casa en La Moraleja, un exclusivo barrio de Madrid.
“No me he ido a vivir allá” en buen castellano no significa que no lo vaya a hacer. Deja la puerta entreabierta para, efectivamente, agarrar sus chivas e irse al otro lado del charco en cuanto se calmen las aguas o en cuanto le pegue su regalada gana, porque tiene todo el sacrosanto derecho de residir donde quiera y pueda.
“No me he ido a vivir allá…(todavía)”.
Es como si dijera: “no he ido a recoger la pensión de AMLO…pero lo voy a hacer”. ¿Ahora si lo notan explicado con peras y manzanas?
“En nuestro querido México, ya no roban ni mandan los que sentían amos y señores de la nación”, dice textualmente doña Beatriz casi en el remate de su misiva.
Creo que igual le ganó el coraje o no releyó lo que escribió o le escribieron, pero a esa oración le faltó el pronombre personal átono de tercera persona “se”.
“…los que (se) sentían amos y señores de la nación”.
De hecho, me resulta un tanto extraño los términos en que está redactado el mensaje en general, por tratarse de alguien acostumbrada a la palabra escrita, por su formación de periodista, escritora, académica e investigadora, tal como la describen en Wikipedia.
Por lo demás, creo que perdió una valiosa oportunidad para callar bocas de una buena vez por todas, porque nada dijo de la presunta solicitud para obtener la nacionalidad española, que en realidad es el meollo de todo este bochornoso caso.
Pero bueno, quizá a este punto, usted, mi sintáxico lector, mi prosódica lectora, se estará preguntando: ¿yyyyyyyy a que viene todo este cuento?
Pues viene a colación porque la presidenta Sheinbaum retomó el caso en La Mañanera de este lunes, sin que nadie se lo preguntara y a propósito de nada, del supuesto cambio de residencia a España de la esposa del “loco hermoso”, arremetiendo –para no variar- contra la derecha reaccionaria por propalar dichos rumores.
De tal manera que si nuestra mandataria le entró al toro, ¿porque no habría de hacerlo este común mortal?. Y por si esto no fuese suficiente, pues por puro gusto opinativo.
Desde mi personalísimo punto de vista de comentócrata provinciano, la familia López Gutiérrez no necesita defensores de oficio. Tienen los medios económicos y los recursos de comunicación necesarios para responder a los ataques de sus enemigos, que no son pocos.
Así es que mi Presidenta, respetuosamente, no ande usted de oficiosa.
Es más, aprovechando el raite, le voy a recordar lo que en otras ocasiones ya le he dicho en estos mismos párrafos, con la mejor de las intenciones: ya deje de mencionar al expresi en sus Mañaneras, tal como lo hace a diario. Comunicacionalmente no le aporta absolutamente nada. La Presidenta es Usted. Si quiere ponerle un altar, hágalo en privado. La nación está atenta a lo que Usted hace, no a lo que hizo –o dejó de hacer- su antecesor. De veras, Presidenta, se lo digo de buena onda.
Y ya para cerrar este tema, y si de oficiosos hablamos, la aun secretaria de Agricultura y Ganadería en Sonora, Célida López Cárdenas, apareció el pasado lunes en un largo video publicado en Facebook, defendiendo también a la señora Gutiérrez Müller…o Mueller.
Como si no tuviera suficientes problemas con la grave situación que impera en el sector agropecuario sonorense, a la funcionaria todavía le queda tiempo para entrometerse en vidas ajenas y salir en defensa de causas que no le corresponden. Tan ofrecida, ella.
ENCUADRE PUNZANTE
Un programa que parecía todo bondad, ya se convirtió en otro dolor de cabeza para el gobierno estatal. Vecinos del poniente de Hermosillo se manifestaron ayer para mostrar su desacuerdo en la construcción de vivienda de interés social en esa zona. ¿Y saben qué?. Tienen razón. ¿Cómo les caería a los residentes de La Joya tener de vecinos a ocupantes de un multifamiliar construido por el Infonavit?. ¡Ahh, verdad!
IN PROXIMUM
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