Patrick Devlyn, del CCE, advierte que la falta de pagos frena la participación de empresas en futuras compras consolidadas de medicamentos e insumos.
Christopher Calderón
Las empresas de la industria farmacéutica consideran con cautela su eventual participación en la próxima compra consolidada de medicamentos e insumos médicos debido a que el gobierno mantiene un adeudo superior a los 40 mil millones de pesos con proveedores que ya entregaron productos sin que hasta ahora tengan una fecha clara de cuándo recibirán el pago.
Patrick Devlyn, presidente de la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), advirtió que los pagos pendientes han generado un ambiente de incertidumbre que condiciona la disposición de las compañías para volver a competir.
“En el tema de pagos, hay un problema importante para que se empiecen a liberar a los laboratorios que fueron asignados y que confiaron en el gobierno y que entregaron sus medicamentos y sus insumos y dispositivos médicos en tiempo y forma”, sostuvo.
De acuerdo con Devlyn, la confianza empresarial se cimienta en el cumplimiento puntual de los compromisos adquiridos, de tal manera que la certidumbre en el pago a los laboratorios es una condición indispensable para tener mayor competitividad en futuras convocatorias.
“En la medida en que se genera esa confianza, esas empresas sí van a querer competir en las siguientes licitaciones, incluso si tienen sus pagos puntuales, va a haber más competencia y eso nos va a llevar a tener mejores precios”, apuntó el directivo tras participar en Expo Med Hospitalar México.
Agregó que una mayor competencia en la compra consolidada, llevaría a tener mejores precios e incluso tiempos de entrega más competitivos, lo que terminaría por beneficiar a los pacientes que hoy padecen el desabasto de medicamentos.
En este sentido, el ejecutivo consideró que es necesario que las autoridades de salud ofrezcan certidumbre en el pago de la deuda que tienen con los proveedores de medicamentos, insumos médicos y dispositivos médicos, toda vez que esta situación limita la capacidad de operación de muchas compañías y frena las inversiones en innovación y producción.
“La última vez que me actualizaron el adeudo, que fue hace un par de semanas, la deuda con la industria era superior a los 40 mil millones de pesos (…) En la medida en que haya confianza de que se les va a pagar, esas empresas van a competir en las siguientes licitaciones porque van a tener liquidez”, enfatizó Devlyn.
Si bien reiteró que la expectativa de la industria ante la próxima licitación no es de rechazo abierto, la cautela es una constante dado que el sector farmacéutico se mantiene observando con lupa el cumplimiento de los compromisos de pago establecidos por el gobierno.