Según un comunicado de la DEA , el proyecto pretende desmantelar vigilantes de los cárteles que “dirigen el flujo de fentanilo, metanfetamina y cocaína hacia EU”
Redacción
La Agencia Antidrogas (DEA) de Estados Unidos insistió este martes en que el Proyecto Portero, que busca desmantelar a los “guardianes” o jefes de plaza de los cárteles, se lleva a cabo “en coordinación con nuestras contrapartes mexicanas”.
La DEA anunció el lunes el lanzamiento de esta importante “iniciativa binacional” con México para desmantelar los corredores de todo tipo de contrabando en la frontera común. Sin embargo, en la conferencia matutina de este martes, la presidenta Claudia Sheinbaum hizo un inusual pronunciamiento: desmintió a la DEA.
“No hay ningún acuerdo con la DEA, la DEA emite un comunicado, no sabemos con base en qué, nosotros no hemos llegado a ningún acuerdo”, dijo Sheinbaum. “No sabemos por qué emitieron este comunicado en materia de seguridad”, agregó.
Sheinbaum pidió respeto de forma más dura de lo habitual y exigió que los anuncios bilaterales se hagan por los canales pactados, a la vez que recordó que el gobierno de México solo firma acuerdos con el gobierno de Estados Unidos y no con departamentos específicos. “Somos iguales, aquí no hay injerencia de uno al otro”.
Según el comunicado de la DEA del lunes, el Proyecto Portero aspira a desmantelar a los vigilantes de los cárteles que “dirigen el flujo de fentanilo, metanfetamina y cocaína hacia Estados Unidos, al tiempo que garantizan el movimiento de armas de fuego y grandes cantidades de dinero en efectivo hacia México”.
DEA insiste que Proyecto Portero se realiza “en coordinación con nuestras contrapartes” en México. (19/08/25) Foto: X
Para ello, se puso en marcha un programa de capacitación y colaboración de varias semanas que reúne a investigadores mexicanos con funcionarios policiales, de defensa, de inteligencia o fiscales estadounidenses que “identificarán objetivos comunes, desarrollarán estrategias coordinadas y fortalecerán el intercambio de inteligencia”, agregó la agencia.
Sheinbaum reconoció que sí hay policías mexicanos de la Secretaría de Seguridad federal capacitándose en Texas, pero indicó que solo eran cuatro agentes.
Explicó que hay “un acuerdo que lleva varios meses trabajándose… que ya está listo con el Departamento de Estado” en uno de cuyos puntos se habla de ”un grupo de investigación conjunta para ver cómo llegan los precursores de fentanilo a Estados Unidos y a México” y qué tiene que hacer el gobierno estadounidense para evitar el cruce de armas hacia el sur.
En respuesta a una solicitud de comentario por parte de la AP, la DEA evitó referirse al desmentido de Sheinbaum.
Se limitó a señalar que el Proyecto Portero “se está llevando a cabo en coordinación con nuestras contrapartes mexicanas encargadas de la aplicación de la ley”.
Subrayó que “se trata de un importante paso adelante en la promoción y el fortalecimiento de la aplicación de la ley y el intercambio de información con los socios en relación con una cuestión que tiene implicaciones positivas a ambos lados de la frontera”.
La declaración fue retomada por medios como The New York Times y The Washington Post.
El analista de seguridad David Saucedo dijo saber que desde hace semanas Estados Unidos buscaba perfiles de funcionarios dentro del ejército, la Guardia Nacional y la fiscalía mexicana para colaborar, con el fin de que si la DEA tiene alguna información se pueda hacer un despliegue en México “en cuestión de horas sin que se filtre”, algo que ya se había hecho en el pasado y que fue bloqueado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024).
El problema fue que la “descortesía” estadounidense acabó con la paciencia de la presidenta después de semanas en las que Sheinbaum se había limitado a reaccionar ante informaciones de origen estadounidense para que no la acusaran de tener una postura débil, agregó Saucedo.
Paradójicamente, Terrance Cole, jefe de la DEA y recién nombrado comisionado del despliegue de emergencia policial de Washington, dijo en el comunicado del lunes que el Proyecto Portero es un ejemplo de cómo se operaría “codo con codo con nuestros socios mexicanos y aportando toda la fuerza del gobierno de Estados Unidos”.