Judith León / CONECTA ARIZONA
La investigadora y activista en favor del ambiente, Reyna Castro Longoria, compartió con Conecta Arizona su opinión sobre el Plan hídrico Sonora, por el que la población de la zona del Río Sonora se ha manifestado rechazando dicha obra.
Señaló que este proyecto, presentado por el gobernador Alfonso Durazo Montaño en febrero de 2025, con una vigencia de treinta años, es decir, de 2023 a 2053, que promete garantizar el suministro de agua para los sonorenses, viene con una fuerte potencialidad a “impactar y amenazar más la región que está en severa crisis ambiental”.
Lo anterior es en referencia a la contaminación de los ríos Bacanuchi y Sonora, provocada por el derrame de tóxicos de la Mina Buenavista del Cobre, de Grupo México, en agosto de 2014.
La entrevistada señaló que las personas que han rechazado el Plan hídrico Sonora, no solo con una manifestación el pasado 27 de julio, sino en sus manifestaciones cotidianas, están dispuestas a defender este territorio.
“Una de las expresiones que escuché en Guadalupe de Ures, fue la de un habitante, que dijo: ‘Si no nos corrieron con la contaminación, quitándonos el agua, nos vamos a tener que desplazar’, y no lo hizo con un sentido de resignación”.
Castro destacó que este plan, que sería respaldado por el gobierno federal, se ha anunciado “como la quinta maravilla para abastecer de agua a la ciudad de Hermosillo”, y que la amenaza de concretar la obra sería severa, no sólo para la cuenca del Río Sonora, sino también para toda la entidad.
“Voy a hablar un poco de la parte biológica ecosistémica, porque los servicios del Río Sonora al estado, que nos ha dado durante milenios y ahora aún con todo y que se encuentra en amenaza muy grave por la sequía, y ahora por esto de concentrar el agua para propósitos supuestamente de abastecimiento de agua a Hermosillo. Es grandísima esta amenaza”, expuso.
La inconformidad de la población, aseguró la investigadora, es porque se busca abastecer de agua a la capital de Sonora, cuando tiene gran cantidad de fugas de agua. Si se arreglara la red hidráulica, dijo, esas necesidades de agua se pueden resarcir.
El Diagnóstico ciudadano del servicio de agua potable en la ciudad de Hermosillo (2021-2024), elaborado por Nicolás Pineda Pablos, investigador de El Colegio de Sonora y coordinador de la Mesa temática del agua, de la organización Hermosillo, ¿cómo vamos?, señala que uno de los problemas que propicia el desabasto de este recurso en la ciudad es el de las fugas, además de deficiencias en la red y lecturas confiables, por mencionar algunos.
Al hacer un análisis de las reacciones sociales, indicó Castro Longoria, se determina que el posicionamiento de la gente es muy fuerte porque sin agua se les va la vida.
“Fíjese qué fuerte es cuando dicen que, si no corre agua por el Río Sonora, pues entonces que corra sangre. Eso marca un después de la contaminación del río, como el más alto sentido de pertenencia al territorio”.
Advirtió que no es humanamente correcto ni deseable amenazar a la población con acciones de terror, porque es lo que está sintiendo la gente de los pueblos.
En cuanto al anuncio del gobierno de construir tres presas para abastecer de agua a Hermosillo, la entrevistada dijo que hacer las presas Sinoquipe, Puerta del Sol y Las Chivas significaría poner un sello al flujo del agua que alimenta todos los mantos friáticos río abajo.
Recordó que, otro intento de hacer llegar agua fue con la construcción de la presa El Molinito, para que llegara a la Abelardo L. Rodríguez, en Hermosillo, la primera, ubicada en El Molino de Camou no tiene agua ni para las viviendas que están a un lado de la presa, y en la de Hermosillo tampoco hay una gota.
“Están trasvasando agua de El Molinito a una de las plantas potabilizadoras y de las plantas potabilizadoras sale la ciudad. El agua de El Molinito está contaminada, se va a la tratadora y sale contaminada y lo más amenazante es que están enviando plomo a la ciudad en esa agua. Diez veces más contenido de plomo que lo que marcan las normas oficiales”, detalló.
Acueducto independencia, otra obra que traería agua desde el sur
Al cuestionar a la investigadora que, si se habla de abastecimiento de agua para Hermosillo con tres presas en la zona de los mantos acuíferos del Río Sonora, significa que fracasó el intento de hacerlo desde el Acueducto independencia, respondió…
“Esa obra del Acueducto Independencia vino a resarcir por un tiempo el abastecimiento de agua para la ciudad, pero también ¿a costa de qué? A costa de estar trasvasando entre cuencas. Los trasvases entre cuencas son por simple sentido común y por ley, o sea, son incorrectos. Entonces, ¿fracasó? Sí, se está viendo ya un fracaso en esto. Entonces, no son la solución, las obras mal planeadas”.
El agua es un derecho humano
La investigadora asegura que más que un plan hídrico, lo que se requiere en todas las ciudades, no sólo en Hermosillo, es agua de calidad, aunque llegue poquita, y administrarla bien, porque es un derecho humano.
Advirtió, además, que la situación del desabasto de agua tiene relación con la actividad minera en el estado: “Dicen que se rumora que es para la minería, para abastecer a las mineras y también para la cuestión de un desarrollo inmobiliario que ya se anunció y que ya se canceló o se va a cancelar”.
Recordó que ‘la vox populi’ habla de la venta de terrenos en el vado de la presa Abelardo L. Rodríguez, para la construcción de un fraccionamiento de muy alta plusvalía, pero, ¿a qué costo?, sin pensar que puede revertirse por todas las obras mal planeadas.
“Se necesita planeación de fondo, mucha planeación, se necesita equilibrio ecológico, se necesita equilibrio también en las ideas, en las obras que se deben de llevar a cabo”.
Expresó que las acciones que se están llevando en nombre del combate a la sequía son “bárbaras”, porque no se consulta al a población, porque no se tienen estudios a fondo para hacer este tipo de obras y porque lo único que ven las autoridades es un “microcosmos, de élite”.
Es reprobable, dijo, que se tomen decisiones de este tipo, “Cuando deben ser los garantes de la estabilidad social, ambiental y del estado, que no son cosa menor, mostrando -además- el desconocimiento de la parte humana, por lo que la población y los activistas no pueden quedarse callados por acciones para el resto del tiempo en el planeta.