En un ejemplo inspirador de perseverancia y dedicación, dos hermanas originarias de Matarachi, en el municipio de Sahuaripa, en la sierra de Sonora, han logrado profesionalizarse gracias a una beca académica otorgada por Minas de Oro Nacional.
Arleth Valenzuela Amaya, de 23 años, se graduó recientemente de la Licenciatura en Contaduría y ya comenzó a trabajar en el Departamento de Contabilidad de una empresa en Hermosillo. Su hermana mayor, Nohemí, se graduó de Ingeniería en Minas y se empleó en el Departamento de Relaciones Comunitarias de la misma empresa que les otorgó la beca para apoyar sus estudios.
La hermana menor, Litzy, se graduó de preparatoria y también es beneficiaria del programa de becas. Muy pronto elegirá una carrera para profesionalizarse. Las tres hermanas han sido parte del programa “Becas MON” que brinda apoyos económicos desde educación básica hasta la universidad mediante el cual se han becado a más de 2,200 jóvenes de la sierra de Sonora, de los cuales más de 50 han logrado convertirse en profesionistas. Este ciclo escolar 2024-2025, se han graduado 37 becarios de los cuales 12 son de nivel primaria, 14 de secundaria, 10 de preparatoria y una universitaria.
A pesar de provenir de una comunidad pequeña con menos de 400 habitantes, hermanas de una familia de siete, no se han detenido en su búsqueda de oportunidades de crecimiento. Tuvieron que mudarse a la cabecera municipal en Sahuaripa para cursar la preparatoria y posteriormente a Hermosillo para estudiar una carrera universitaria.
“Lo más importante para lograr nuestros objetivos es seguir nuestros sueños, siempre habrá alguien que nos apoye en ellos”, comentó Arleth, quien a pesar de tener que vivir lejos de sus padres para poder estudiar, nunca consideró renunciar a sus sueños. “Dejar de estudiar nunca fue una opción”, afirmó.
Agregó que la beca ha sido un gran apoyo para su familia, permitiéndole a ella y sus hermanas alcanzar sus metas académicas.
Estas tres hermanas son el orgullo de sus padres, quienes no tuvieron las mismas oportunidades de desarrollo. Su papá solo estudió hasta la secundaria y su madre terminó solo la primaria, por lo que han impulsado a sus hijas a construir un destino diferente y exitoso.
Ahora, Arleth sueña con viajar por México, después conocer Colombia, y cursar una maestría. Un deseo que, sin duda, se le hará realidad gracias a su esfuerzo y dedicación.