El presidente de EE UU sostiene que Kiev tendrá que ceder territorio en un acuerdo de paz. El presidente ucranio rechaza esa posibilidad
Macarena Vidal
La esperada reunión entre el presidente de EE UU, Donald Trump, y el de Rusia, Vladímir Putin, para tratar sobre el final de la guerra en Ucrania se celebrará el próximo viernes en Alaska, según ha anunciado el propio inquilino de la Casa Blanca en su red social, Truth. Horas antes, el mandatario sostuvo que Ucrania tendrá que ceder territorios para cerrar un acuerdo de paz. El presidente Volodímir Zelenski, ha rechazado este sábado esa idea: “Los ucranianos no entregarán su tierra a los ocupantes”.
“La reunión enormemente anticipada entre yo, como presidente de EE UU, y el presidente Vladímir Putin de Rusia ocurrirá el próximo viernes 15 de agosto en el Gran Estado de Alaska. Seguirán más detalles”, ha anunciado Trump en su mensaje. Hasta el momento no está claro si Zelenski tendrá algún tipo de implicación en la cumbre en Alaska.
El encuentro será el primero entre un jefe de Estado de EE UU y el ruso desde el que celebraron Putin y Joe Biden en 2021, meses antes de que Moscú lanzara su invasión de Ucrania en febrero de 2022. La última vez que Putin pisó suelo estadounidense ocurrió en septiembre de 2015, cuando viajó a Nueva York para participar en una Asamblea General de la ONU y se reunió con el entonces presidente Barack Obama.
El anuncio de Trump llegó el día en el que expiraba el plazo que había impuesto a Moscú, hace 10 días, para que diera pasos significativos hacia un alto el fuego o se resignara a sanciones económicas y aranceles adicionales que afectarían a los países que comprasen petróleo ruso. Pero el anuncio de la reunión parece haber sido suficiente para aparcar la amenaza, al menos de momento.
En declaraciones previas en el Despacho Oval, durante la ceremonia de firma de un acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán, Trump afirmó que se están desarrollando negociaciones sobre un “intercambio” de territorios, en un indicio de que Estados Unidos puede sumarse a Rusia y presionar a Kiev para que renuncie a parte del país a cambio de la paz.
Preguntado si Ucrania tendrá que resignarse a perder territorio, respondía: “Estamos viendo eso. En realidad estamos contemplando recuperar parte e intercambiar parte. Es complicado, pero vamos a recuperar parte y vamos a intercambiar otra. Habrá un intercambio de territorios para conveniencia de los dos, hablaremos sobre ello más tarde o mañana”, apuntó Trump.
Zelenski, sin embargo, ha declarado este sábado que Ucrania no puede violar su Constitución en cuestiones territoriales, informó Reuters. El país está preparado para una solución “real” que conduzcan a la paz y a colaborar con Trump, ha subrayado. Pero ha añadido que cualquier solución sin Kiev sería una solución contra la paz y que no se puede “recompensar” a Rusia por haber invadido al país. “El presidente Trump ha anunciado los preparativos para su reunión con Putin en Alaska: muy lejos de esta guerra que se desata en nuestra tierra, contra nuestro pueblo y que, de todos modos, no puede terminar sin nosotros, sin Ucrania”, ha enfatizado el mandatario.
Algunos analistas han apuntado que Putin podría ofrecer la devolución de algunos de los territorios ocupados en las provincias de Zaporiya y Jersón a cambio de Donetsk y Lugansk, ahora parcialmente bajo control ruso. También mantendría en su poder la península de Crimea, anexionada ilegalmente en 2014.
En sus declaraciones en el Despacho Oval, Trump no quiso aportar detalles sobre qué territorios supuestamente se intercambiarían ni otros aspectos del acuerdo de paz que tiene en mente, con el argumento de que no quería deslucir la ceremonia.
La perspectiva de un intercambio de territorios parece compleja desde un punto de vista legal o militar, y es un absoluto tabú para la población de Ucrania. Aunque la mayoría de sus ciudadanos apoyan un acuerdo de paz, también una amplia mayoría está en contra de ceder territorio al país agresor.
Un acuerdo de paz también tendría que resolver las exigencias ucranias de garantías de seguridad para evitar que Moscú repita su agresión en el futuro. Por su parte, el Kremlin demanda limitar en número y calidad las armas que Occidente pueda suministrar a Kiev, y exige lo que denomina “atajar la raíz de las causas de la guerra”: un veto a que Ucrania pueda formar jamás parte de la OTAN.
Trump planteó a los aliados europeos sus planes de reunirse con Putin y con Zelenski el pasado miércoles, después de una visita de su enviado Steve Witkoff al Kremlin para convencer a Moscú de que aceptara un alto el fuego. El ruso presentó a Witkoff su interés en hablar cara a cara con el estadounidense.
Inicialmente, Washington indicó que el encuentro tendría lugar después de una reunión entre Putin y Zelenski. Pero el jueves, después de que el Kremlin hubiera expresado su oposición a esa idea, Trump deshacía la posibilidad, al apuntar que no exigiría que el ruso y el ucranio se vieran las caras como condición a su cumbre con Putin.