Por esas casualidades que solo le pasa a la gente fifí, me encontré este jueves por la tarde-noche en el Cotsco a don Miguel Ángel Haro, mejor conocido como “El Panda”.
Él con tremendo hotdog en mano, de esos baratos, de a 35 pesos el combo con refresco refill –espero que la trasnacional pague el correspondiente promocional a FMInformativo.com- y quien esto escribe, con unas cuantas chácharas en el carrito.
Tras el clásico saludo cotsqueño, me espetó sin consideración alguna, con ese tonito grillesco que le conocemos muy bien: “¿qué está sucediendo en Sonora, José Felipe?”.
Sin mucho ánimo de polemizar, y porque me agarró “en frío” y con el cerebro aun haciendo cuentas de lo que había gastado, solo atiné a comentarle con el clásico: “los demonios andan sueltos”.
Saludito de “puñito” y listo. Nos despedimos. La pregunta, sin embargo, no dejó de darme vuelta en lo más recóndito de lo que me queda de cerebro: “¿qué está sucediendo en Sonora?”.
Y ya pensándolo bien, y sin mucho ánimo de polemizar, ciertamente que han sido unos días bastante “movidos”, política y comunicacionalmente hablando.
La creciente inconformidad de habitantes del Río Sonora por el enjundioso empeño del gobierno de construir tres presas sobre los ríos San Miguel y Sonora esgrimiendo la necesidad de atender la escasez de agua para Hermosillo y otras poblaciones, ha acaparado la atención en los últimos días. Este miércoles, por ejemplo, un puñado de inconformes se apersonaron en las oficinas de la Comisión Estatal del Agua para nuevamente escuchar de boca de los funcionarios, lo que ya sabían: la construcción va y ya hay cinco empresas licitantes, quienes buscan ganarse el apetitoso “gordo” de 7 mil 500 millones de pesos que dicen, costarán las obras.
El pésimo manejo político y de comunicación en este asunto es evidente.
Es más, con decirles que los inconformes no pudieron viajar de Ures a Hermosillo en el camión que ya habían contratado con Transportes Avilés, porque de último momento les dijeron que la unidad se había descompuesto.
¡Así de burdos!
El caso del llamado Tren Fantasma de nuevo agarró vuelo nacional.
Un trabajo de investigación periodística del colega Jesús Ibarra, publicado en la Revista Proceso, da cuenta de cómo esta multimillonaria obra va camino a convertirse en un elefante blanco.
Aparentemente sin presupuesto para este año, las obras están detenidas; proveedores urgidos de pago por sus servicios; y perjudicados por el paso de la nueva vía del ferrocarril sin que les cumplan lo prometido.
Un magno proyecto impulsado por López Obrador y que el gobernador Durazo hizo suyo.
Según el colega Ibarra, los nombres de Jorge Gallardo y Gerardo Zepeda, se repiten constantemente en esta trama.
El primero funge como secretario particular del secretario de Gobierno, Adolfo Salazar, y ya en anterior conflicto de un terreno en Hermosillo, su nombre salió también a relucir en voz del supuesto afectado.
Algo no huele nada bien en este asunto, y lo peor, es que a nadie parece importarle, ni política ni comunicacionalmente. Los encargados de esas áreas del gobierno estatal andan en franca promoción de sus patéticas aspiraciones electorales en redes sociales.
Tan es así que los colegas Juan Carlos Zúñiga, de Uniradio y Luis Alberto Medina, de Proyecto Puente, traen el tema a todo lo que da, sin aparente contención alguna.
En otra arista, la detención del excomisario de Seguridad Pública de Hermosillo, Manuel Emilio Hoyos, así como de otros dos jefes policiacos y cinco agentes municipales más, viene a romper el cuadro. La Fiscalía General de Justicia en el Estado y los juzgadores actuaron sorprendentemente pronto. Qué bueno.
De resultar culpables en la violación de derechos humanos por aquel traslado ilegal de personas en situación de calle a Navojoa, días previos a la realización de las pasadas Fiestas del Pitic, deben ser castigados. Punto.
Esperemos que no se trate de una “caja china” o para golpeteo político.
ENCUADRE CHAPULINESCO
Y ya para cerrar, qué pena me dio ver a los dirigentes estatales del PAN y Verde Ecologista, Gildardo Real y Sergio Augusto López, respectivamente, posando muy ufanos y orgullosos con sus nuevas “contrataciones”.
Muy abrazado, el Gilo -pa’ los amigos- se hizo tomar una imagen para su distribución en redes, of course, con el panista, luego morenista, y nuevamente hoy panista, Ramón Ángel Valdez Mendoza.
“El Pilo” ha sido dos veces alcalde de Sahuaripa por el PAN, y luego, en su momento, suplente de Heriberto Aguilar como diputado federal, por Morena.
¡Chapulinazo!
Luego, más tarde, en Facebook, veo “rolar” una foto de don Sergio Augusto con el regidor guaymense Francisco “Pancho” Villaflor surgido de las filas del Partido Sonorense, ahora Verde Ecologista.
Pancho se hizo tristemente famoso tras el debate organizado por el Instituto Estatal Electoral entre los candidatos a la alcaldía del puerto, quedándose callado un larguísimo ¡minuto! en televisión, al no saber responder una pregunta realizada por el moderador del evento. Qué osote. Prometió defender “con todo” a los guaymenses, y terminó con su mochilita verde de la 4T. Casi casi como un edecán de la alcaldesa Karla Córdova.
¡Chapulinazo!
ENCUADRE PUNZANTE
El alcalde de Nogales, Juan Francisco Gim Nogales, ya no puede entrar a Estados Unidos. El gobierno le retiró su visa. Dice que solo se trata de un proceso administrativo y que no tiene nada que temer. ¿Será?
Por lo pronto, se suma a una lista negra de gobernantes con el mismo destino. Andan durísimo nuestros primos güeros.
¿Quién sigue?. Se cruzan apuestas.
IN PROXIMUM
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