
Pues no. No hay tregua ni la habrá. Si pensaban que el asueto veraniego iba a relajar las tensiones y traer un poco de sosiego en este cañaveral de pasiones en que se ha convertido la vida pública nacional, pueden ir despidiéndose de esa expectativa.
No es asunto menor que el coordinador de los senadores morenistas y ‘hermano’ del expresidente Andrés Manuel López Obrador, el inefable Adán Augusto López esté en el centro de una narcopolémica por sus eventuales responsabilidades compartidas con Hernán Bermúdez Requena, quien fuera su secretario de Seguridad durante el lapso que firmó como gobernador de Tabasco, hoy prófugo de la justicia por graves señalamientos que lo ubican como jefe de una célula criminal conocida como ‘La Barredora’, brazo ejecutor del Cártel Jalisco Nueva Generación en Tabasco.
El ardiente verano no lo es tanto si se compara con el rojo vivo de este tema que sin duda estuvo en la agenda no publicitada de la comunicación que tuvieron la presidenta Claudia Sheinbaum con su homólogo estadunidense Donald Trump, donde este último ‘generosamente’ decidió prorrogar 90 días la entrada en vigor de nuevos y más altos aranceles a las exportaciones mexicanas, lo que se manejó como un éxito en las negociaciones para la parte mexicana.
Lo cierto es que no hay tal. El ‘Ogro Naranja’ mantiene los aranceles que ya había decretado, especialmente uno del ‘25 por ciento por fentanilo’, que no es una tarifa a la exportación de esa droga, sino una penalización al gobierno mexicano por no cumplir con los requerimientos gringos en materia de combate a la producción y tráfico de ese narcótico, que se ha convertido en la coartada perfecta de los norteamericanos para apretar el cuello de su contraparte mexicana en negociaciones a todas luces desiguales y abusivas.
Eso y no otra cosa es la eliminación de las ‘barreras no arancelarias’ impuestas a México para productos, servicios e inversiones gringas, un tema del que no se ha informado lo suficiente pero que al parecer compromete incluso sectores estratégicos como lo es el energético (electricidad, petróleo, litio, agua y otros recursos naturales).
Temas como el de Adán Augusto, o el de la maestra Irma Hernández, que falleció de muerte natural en Veracruz, no le ayudan en nada a la presidenta a la hora de negociar con el gobierno gringo.
Y digo que la maestra falleció de muerte natural, pues fue secuestrada por un grupo criminal, sometida bajo los cañones de sus fusiles de asalto y obligada a enviar un mensaje a sus colegas taxistas (la profe complementaba sus ingresos de jubilada con ese trabajo) conminándolos a ‘pagar piso’ so riesgo de tener el mismo final. Claro que fue muerte natural, porque naturalmente, cualquiera se infarta después de un episodio como el que vivió.
Está buena la cortinilla de humo que armaron con la liberación de Israel Vallarta, el presunto secuestrador preso durante casi 20 años junto a la ciudadana francesa Florence Cassez, pero no sé si les alcance para cambiar el rumbo de la narrativa sobre la narcopolítica de ayer y hoy en México, que al gobierno gringo le viene ‘como anillo al dedo’, diría el clásico.
Y aun si les alcanzara, a partir de septiembre, cuando comience el periodo ordinario de sesiones en el Congreso federal, viene la discusión sobre la reforma electoral que trae temas no menos candentes: eliminación de plurinominales, reducción de financiamiento a partidos políticos y al INE, elección de consejeros electorales por la vía de una sinfonía de acordeones que ya sonó en la elección judicial, entre otras cosas.
Esta reforma -encargada al campeón de las plurinominales, Pablo Gómez- sería el último clavo en el ataúd para la oposición PRI, PAN, PRD, MC, pero no solo para ellos. También le pegaría durísimo a los aliados de Morena: PT, PVEM, PANAL, PES, al regresarlos a la cruda realidad de lo que realmente representan en votos.
En resumen, vienen días intensos y les sugerimos no perder de vista a tres personajes que serán la comidilla en las próximas semanas: Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Andrés Manuel López Beltrán y Manuel Velasco Coello. Todos ellos, por cierto, protagonistas de aquel episodio en que le dieron la espalda a la presidenta Claudia Sheinbaum, que quizá no sea rencorosa, pero tal vez tiene buena memoria, citando a otro clásico.
II
Al que no parece preocuparle mucho las intensidades en el plano nacional es al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño que debe andar más contento que una castañuela después de que apareció encabezando el top de mandatarios estatales mejor evaluados, de acuerdo con la casa encuestadora Demoscopia Digital.
La encuesta mensual de esa empresa muestra que el oriundo de Bavispe remontó el tercer lugar en que se encontraba en junio pasado, para posicionarse en el primer lugar y eso sugiere que están dando resultados sus políticas públicas con sentido social y la generación de desarrollo que implementa en la entidad.
III
No se sorprenda, acelerado lector, apresurada lectora, si en los próximos días les llega un primer aviso de que si sigue excediendo los 50 kilómetros por hora en los bulevares de la ciudad, se harán acreedores de la multa respectiva por rebasar el límite permitido.
Con el mes de agosto comenzó a funcionar el ‘Big Brother Fotomultaico’ instalado en los arcos de seguridad que operan en las entradas y salidas de Hermosillo y en adelante cualquiera que le pise de más al acelerador en esas zonas (salidas -o entradas- a Guaymas, Nogales o Bahía Kino) deberá pagar la multa respectiva.
Esta medida fue aprobada por el cabildo hermosillense y el ayuntamiento invirtió una buena lana en la adquisición y operación de la tecnología para implementar este moderno sistema con el que se pretende crear conciencia vial y reducir el índice de accidentes de tránsito en esta capital, que por cierto encabeza la lista de ciudades con más víctimas fatales por siniestros de tránsito.
Partiendo de esa estadística, el tema debió socializarse más, informar de mejor manera a la ciudadanía y generar campañas de concientización sobre los riesgos de exceder los límites de velocidad, porque ya se han vuelto estampas cotidianas algunos casos hasta de volcamientos en cruceros no muy transitados, ya ni se diga en otros donde es común alcanzar 80 y hasta cien kilómetros por hora.
Ignoro qué tan efectivas puedan ser las ‘fotomultas’ pero, a reserva de lo que usted piense, creo que en una ciudad donde circulan casi un millón de vehículos y los agentes de tránsito no llegan a mil, huele más a recaudación de lana que a prevención de accidentes.
Como siempre, usted tiene la mejor opinión.
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