Para las autoridades estadounidenses, se trata de un logro en la contención migratoria.
José Alberto / Tribuna de San Luis
La migración irregular por la frontera entre Sonora y Arizona ha experimentado una caída dramática en lo que va del 2025. Las Cifras de la Oficina de Protección Fronteriza de Estados Unidos revelan que en los primeros seis meses del año apenas se detuvieron a 12 mil 765 personas, en comparación con las 257 mil del mismo periodo del 2024.
La caída representa un descenso de más del 90% y ha cambiado el panorama de vigilancia para los sectores fronterizos de Tucson y Yuma. El primero concentró la mayoría de los arrestos con poco más de 11 mil, mientras que en Yuma solo se reportaron mil 750.
“Una baja en las detenciones no equivale a menos personas migrando. Lo que está ocurriendo es un desplazamiento hacia rutas mucho más riesgosas y con menos presencia de vigilancia. Eso significa más desierto, más calor, más abandono”, advirtió un portavoz de Humane Borders, organización que documenta muertes de migrantes en zonas remotas del suroeste de Arizona.
Este cambio también ha modificado el comportamiento de los agentes fronterizos, quienes ahora deben cubrir más territorio con menos incidentes registrados oficialmente. En algunos tramos, las patrullas se han replegado, mientras que los migrantes se internan por horas en regiones desérticas sin agua, sin señal y con temperaturas que superan los 45 grados.
Esta situación coincide con un endurecimiento en las políticas migratorias de ambos lados de la frontera, sobre todo de Estados Unidos. En 2024, México reforzó la vigilancia en Sonora, mientras que Estados Unidos aumentó las deportaciones exprés y los controles en puntos clave como Lukeville y San Luis Río Colorado.
El pasado marzo, las detenciones en toda la frontera sur de Estados Unidos llegaron a su punto más bajo en décadas, con un promedio de poco más de siete mil arrestos diarios. Ese número ahora es incluso menor en los sectores que colindan con Sonora.