La presidenta recuerda al coordinador de los diputados que el movimiento que representa es de austeridad en el poder
EL PAIS
La presidenta Claudia Sheinbaum ha regañado sin paliativos al coordinador de los diputados morenistas, Ricardo Monreal, de vacaciones en España, quien ha sido visto comiendo en un restaurante de lujo en Madrid, lo que ha despertado críticas en los medios de comunicación. “El poder se ejerce con humildad, esto para los que son de la Cuarta Transformación y para los que no”, ha señalado la mandataria en la conferencia matutina a preguntas de los periodistas.
Sheinbaum ha respondido sin medias tintas. Comenzó diciendo: “Ay, que cada quien lo juzgue”, pero inmediatamente ha soltado su reproche. Y ha añadido: “Tiene derecho a vacacionar y más si lo hace con sus recursos propios, pero nosotros representamos un movimiento. Respeto mucho a Ricardo, que ha tenido un papel muy importante al frente de la coordinación de la Cámara de Diputados, pero nos evalúa el pueblo, siempre”.
Monreal ha estado en los medios de comunicación en las últimas horas tras ser fotografiado en Madrid, en un restaurante del lujoso hotel Rosewood Villa Magna acompañado de su mujer. Alertado por ello, el propio diputado envió un video en el que aparecía con ropa de playa y en el que informaba de que no estaba alojado en ese hotel y explicaba que estaba de vacaciones y que celebraba, además, sus 40 años de casado. Defendía su derecho a esos días de descanso y recordaba que el viaje se lo ha pagado con su dinero.
No es la primera vez que surge una polémica como esta con funcionarios del partido gobernante, que tiene como una de sus máximas proclamas la austeridad de los servidores públicos. “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, ha repetido en infinidad de ocasiones el anterior presidente anterior, Andrés Manuel López Obrador, y el lema sigue siendo uno de los principios del movimiento.
Los morenistas han criticado en otras ocasiones a políticos adversarios cuando se les descubre en hoteles o restaurantes caros en Europa, como ha ocurrido con el expresidente Enrique Peña Nieto, a quien se ha fotografiado en algún momento tanto en España como en Italia.
En plena polémica por el ‘caso Adán Augusto’, el coordinador de los senadores morenistas cuyo antiguo secretario de Seguridad está acusado de varios delitos y de relación con un cartel criminal en Tabasco, surge ahora este reproche de la presidenta hacia Ricardo Monreal, quien estos días ha sido señalado en medios como otro de los personajes incómodos para la mandataria en el ejercicio de su poder en la Cámara baja.
Monreal no se dejó ver en el Consejo Nacional del partido celebrado el domingo pasado y su ausencia fue comentada. Al el encuentro morenista sí llegó, sin embargo, Adán Augusto López, después de días de silencio y alejado del ámbito público desde que saltó el escándalo de Tabasco. La presidenta también le había sugerido en la Mañanera que saliera de su ostracismo y ofreciera su versión de lo ocurrido en el Estado sureño cuando él era gobernador.
Hoy el reproche le ha tocado a Monreal, otra de las figuras más prominentes del partido, cuya actuación en estos meses de Gobierno de Sheinbaum ha sido objeto de escándalo público más de una vez. Hace unos meses tomó un helicóptero para trasladarse junto con el diputado Pedro Haces, un personaje rodeado siempre de polémica y de lujo. En aquella ocasión, Monreal se disculpó por ello: “Intentaré que no se repita”, dijo. Y también explicó que ese viaje se pagó con dinero privado. “Este tipo de situaciones que, aunque de buena fe y utilizadas solo en caso de emergencias o excepcionales, pueden causar alguna afectación a nuestro movimiento”, añadió por entonces el líder parlamentario en sus redes sociales. La disculpa llegaba después de un reproche similar al de hoy por parte de Sheinbaum, quien le llamó la atención aludiendo de nuevo a la austeridad republicana: “Nosotros debemos ser un ejemplo”, dijo en su conferencia.
Meses después, entrevistado por este periódico, Monreal, en un gesto de humildad, decía que la presidenta le había tratado con más consideración de la que merecía.
