La presidenta de México niega participación o financiamiento en la nueva fase del muro que construye Estados Unidos en la frontera. “Lo están haciendo ellos”, aseguró desde Palacio Nacional
VANGUARDIA
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, fue clara este viernes al referirse a la reciente reactivación de la construcción del muro fronterizo entre México y Estados Unidos: “Lo están haciendo ellos, nosotros no estamos de acuerdo con el muro”, afirmó durante su conferencia matutina realizada desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional.
Sheinbaum subrayó que el gobierno mexicano no está financiando ni colaborando en la obra, la cual corresponde enteramente a las decisiones del gobierno estadounidense. La mandataria reafirmó que la visión de su administración se basa en la cooperación binacional, no en medidas de exclusión o militarización.
UN MURO POLÍTICO, NO DE SEGURIDAD
La presidenta reiteró su postura histórica contra la construcción del muro fronterizo. “Sin muro se ha logrado una frontera muy segura, con coordinación y colaboración”, expresó. Desde su punto de vista, el reforzamiento físico de la frontera no es necesario y responde más a decisiones políticas en el contexto electoral de Estados Unidos, especialmente ante el posible regreso de Donald Trump a la presidencia.
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Recordó que el muro fue una promesa de campaña del expresidente Trump desde 2016, quien incluso aseguró que “México lo pagaría”, algo que Sheinbaum calificó ahora como falso: “No lo estamos pagando, ni lo vamos a pagar”.
¿QUÉ PASA CON LA NUEVA FASE DEL MURO?
Aunque la construcción del muro fue detenida por el presidente Joe Biden en enero de 2021, recientemente se ha confirmado el inicio de una nueva fase de edificación entre Santa Teresa, Nuevo México, y Ciudad Juárez, Chihuahua, una de las zonas más sensibles de la frontera.
Desde el 16 de julio de 2025, medios internacionales y observadores fronterizos han reportado imágenes del avance de una barrera “secundaria”, cuya edificación comenzó durante la administración de Trump, en medio de un polémico cierre del gobierno federal de 35 días y el uso de fondos del Departamento de Defensa tras declarar emergencia nacional.
Esta nueva etapa contempla la construcción o refuerzo de 455 millas de muro, de las cuales 49 millas corresponden a tramos donde no existía ninguna estructura previa.
COOPERACIÓN PARA EL DESARROLLO, NO MUROS
Claudia Sheinbaum recordó que la postura histórica de México ha sido siempre a favor de la cooperación bilateral para el desarrollo económico, social y migratorio, con énfasis en el respeto a los derechos humanos de las y los mexicanos que viven en Estados Unidos.
“Lo que buscamos con Estados Unidos es el respeto a los mexicanos y la cooperación. No más muros, sino más oportunidades para todos”, afirmó.
DATO CURIOSO: EL MURO QUE DIVIDE OPINIONES
Aunque el muro fronterizo ha sido símbolo de la política migratoria de Estados Unidos, sus efectos reales han sido objeto de debate. Según datos oficiales, más del 95% de la migración irregular actual no se detiene con barreras físicas, sino con tecnología, patrullaje y acuerdos de cooperación entre países. Aun así, el muro sigue siendo utilizado como bandera política, sobre todo en elecciones presidenciales.
DATO CURIOSO: 7 PRESIDENTES, UN SOLO MURO
Pese a que se le atribuye a Donald Trump, la construcción del muro comenzó en 1994, bajo el gobierno de Bill Clinton, con la Operación “Gatekeeper”. Desde entonces, todos los presidentes de Estados Unidos han aprobado algún tipo de extensión o refuerzo del muro. Trump, sin embargo, fue el primero en prometer una estructura continua en toda la frontera sur.
LA RELACIÓN MÉXICO-ESTADOS UNIDOS, ENFOCADA EN RESPETO
A lo largo de su intervención, Sheinbaum dejó claro que México no modificará su política exterior frente a este nuevo episodio fronterizo. Si bien respeta las decisiones internas de Estados Unidos, insistió en que el camino es la colaboración.
De esta forma, la presidenta mexicana reafirma su compromiso con una política migratoria humanista y basada en el respeto mutuo, al tiempo que se deslinda de participar en una construcción que —aunque se reactive en 2025— sigue generando controversia en ambos lados de la frontera.
“México no construye muros, construye puentes”, concluyó.