Daniel González
Ciudad de México. Las exportaciones del ganado mexicano a Estados Unidos se desplomarían 60 por ciento este 2025, ya que se cruzarían 400 mil cabezas -cuando el promedio anual es de 1.2 millones- sólo si se reabre la frontera en los próximos seis meses con la contención del gusano barrenador, proyectó este miércoles la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG).
Homero García de la Llata, presidente de esta organización, explicó en conferencia de prensa que ante esta reducción de 800 mil cabezas se dejan de percibir 400 millones de dólares (8 mil millones de pesos), 1.5 millones diarios, porque perderán 500 dólares en el costo de oportunidad por cada una de ellas, cuando el costos por unidad es de mil 500 dólares. “Si no nos abren, va a ser mucho más, obviamente”, adelantó.
Detalló que durante el primer semestre no se alcanzó la exportación de 200 mil cabezas, cuando ya se tendrían que haber enviado 600 mil, debido a que en febrero se abrieron cuatro de los ochos puntos de cruce. Frente a este escenario, aseguró que se tuvo la necesidad de mover el producto de exportación al mercado nacional, donde el costo es de mil dólares por cabeza.
Al lanzar un posicionamiento de diez puntos sobre todo este escenario, García de la Llata pidió la intervención de las autoridades para lograr un convenio temporal entre las engordas nacionales y los productores de exportación para la comercialización a un precio justo del ganado varado en el norte del país. También llamó a suspensión de la importación de ganado bovino de carne en pie de cualquier país a México, como de Centroamérica, en tanto la frontera con Estados Unidos esté cerrada.
Aseguró que este cierre de la frontera es en detrimento de productores dedicados a la exportación, principalmente de Chihuahua (con unas 500 mil por año), Sonora (con 350 mil) y Durango (250 mil), que en su conjunto representan más de 80 por ciento de los envíos que se hacen a territorio estadunidense.
Detalló que Estados Unidos tiene una gran crisis de desabasto de ganado bovino, cuyos inventarios han bajado más de 10 por ciento, a cusa de la sequía y otros factores, y “eso ha incrementado muchísimo los precios de la carne”. “A ellos les surgen los becerros mexicanos porque hay muchos engordadores en Texas que su industria, ganadería y engorda depende 100 por ciento de ese 1.2 millones de animales y son los que nos están ayudando a tratar de abrir la frontera”, destacó.
Destacó que durante estos seis primeros meses del año han lanzado una serie de acciones tanto en el sur como en el norte del país para contener la plaga del gusano barrenador, como el reporte de 3 mil casos, la capacitación de miles de ganaderos, la aplicación del arete sanitario 49 en corrales, comunicación constante con las uniones ganaderas exportadoras, entre otros puntos.