Cristina Gómez Lima / LA JORNADA
Hermosillo, Son. Ganaderos de distintos municipios de Sonora elevaron un enérgico llamado a las autoridades federales y estatales para exigir el cierre inmediato de la frontera sur de la entidad, ante lo que consideran una crisis que amenaza la sanidad del hato nacional, la estabilidad económica del sector y la viabilidad de cientos de pequeños y medianos productores.
A través de dos pronunciamientos dirigidos a la Presidencia de la República, al Gobierno del Estado de Sonora y a dependencias como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS), productores de Benjamin Hill y Altar manifestaron su preocupación por la entrada masiva de ganado proveniente del sur del país y de Centroamérica. Esta situación se intensificó tras el cierre de la frontera norte, aplicado por Estados Unidos como medida de protección ante la detección de brotes de gusano barrenador.
En representación de los productores de Benjamin Hill, Javier García Parra, presidente de la Asociación Ganadera Local (AGL), y Gerardo Méndez Mendívil, delegado de la misma agrupación, denunciaron que la importación de ganado sin controles sanitarios estrictos ha generado una competencia desleal para los ganaderos locales. Según expusieron, mientras los productores de la región cumplen con rigurosos protocolos de trazabilidad, inocuidad y calidad, el ganado que ingresa carece de estos estándares, elevando el riesgo de propagación de enfermedades y distorsionando los precios del mercado.
“Se argumentó que permitir esta entrada masiva de ganado serviría para reducir el precio de la carne al consumidor final. Sin embargo, ese objetivo no se cumplió. El precio no bajó y quienes realmente se han beneficiado son las grandes engordas, que hoy viven una bonanza a costa del sacrificio de los pequeños y medianos ganaderos”, reclamaron los representantes de Benjamin Hill.
De forma paralela, la Asociación Ganadera Local de Altar, emitió una carta abierta donde expresaron su “indignación y coraje” por lo que calificaron como una falta de voluntad para salvaguardar la producción ganadera nacional frente al ingreso de ganado de Centroamérica sin protocolos sanitarios adecuados.
“Es admirable cómo el gobierno de Estados Unidos sí protege su producción y su industria ganadera cerrando su frontera, mientras que aquí se sigue permitiendo la introducción sin ningún control, poniendo en riesgo la sanidad y la economía de los productores mexicanos”, señala el documento firmado por el Consejo Directivo de la AGL de Altar.
Los productores de Altar subrayaron que, además de la sobreoferta que presiona a la baja los precios internos del ganado, la persistente sequía y la desigualdad en la asignación de citas para la exportación agravan la crisis del sector. Denunciaron que, tras la reapertura parcial de la frontera norte, solo unos cuantos ganaderos “bien conocidos” lograron exportar su ganado, dejando fuera a quienes tenían citas programadas antes del cierre.
“Seguimos al pie del cañón luchando día a día, pero estas acciones desiguales y con ventajas particulares desmotivan a nuestro gremio, que es el responsable de producir y distribuir proteína animal, esencial para la alimentación de las familias mexicanas”, afirmaron.
Ambas agrupaciones coincidieron en la necesidad de que se implemente el cierre de la frontera sur hasta que se contenga la plaga del gusano barrenador y se garantice la aplicación de protocolos sanitarios rigurosos para la introducción de ganado. Asimismo, exhortaron a las demás asociaciones ganaderas locales de Sonora y del país a sumarse a esta exigencia colectiva para defender la sanidad y la competitividad de la ganadería nacional.