El actor mexicano denuncia la política migratoria de Trump como presentador invitado del famoso programa
EL PAIS
Vestido de negro, sin corbata y con una media sonrisa que no esconde del todo la gravedad del momento, Diego Luna tomó el lugar de Jimmy Kimmel como presentador invitado del famoso Jimmy Kimmel Live. Este lunes en Los Ángeles, el actor mexicano se ganó todos los aplausos de la audiencia al anunciar que era su primera vez conduciendo un programa en inglés, su segundo idioma. Pero algo en su mirada anticipaba que esta vez no se trataría solo de comedia. Miró a la cámara y dijo: “Esta noche quiero hablar sobre un tema importante que está ocurriendo aquí en Los Ángeles y en todo Estados Unidos. Con todo lo que está pasando en este país respecto a la inmigración y las políticas autoritarias de Donald Trump, no es poca cosa que un mexicano esté presentando un programa tan importante”.
El actor aprovechó su monólogo de apertura para criticar las políticas del presidente y para hablar de la migración desde la entraña. Desde lo que ha visto, escuchado y vivido en Los Ángeles, una ciudad que, para él, respira gracias al mestizaje. Recordó una historia en particular: la de una mujer coreana y un hombre mexicano que se enamoraron, tuvieron hijos y abrieron un restaurante de tacos con kimchi. “Eso”, dijo con una carcajada contenida, “es una historia angelina”.
“Nadie deja su tierra si no es porque su supervivencia depende de ello”, aseguró. Todos los inmigrantes en Estados Unidos, añadió, llevan consigo algo más que recuerdos. “Trajeron sus historias, sus lealtades, su amor, sus tradiciones. Siempre con la disposición de adoptar nuevas, de crecer y de complementarse mutuamente en este vasto intercambio cultural. Hay millones de historias hermosas, todas nacidas de ese intercambio”.
El mexicano conectó esas historias con las luchas colectivas. Mencionó, como ejemplo, cómo trabajadores filipinos e hispanos se unieron en los campos agrícolas de California para fundar el primer sindicato del sector. “Este país ha sido moldeado por manos migrantes”, afirmó. Y señaló que Los Ángeles, donde en las últimas semanas se vieron protestas masivas contra la agenda migratoria de Trump, le parece el mejor ejemplo de lo que ocurre cuando se pone la empatía en el centro.
“Siempre me cuesta entender cómo alguien como Donald Trump puede alcanzar tanto poder. Cómo su discurso de odio encuentra eco en un país que se forjó en la mezcla, en la hospitalidad”, dijo. El actor denunció que hoy millones de migrantes viven con miedo. Y que eso es inaceptable. Enumeró los trabajadores invisibles que el presidente pretende criminalizar: los que cocinan, limpian, construyen, cuidan, enseñan, cultivan. “Con o sin papeles, los inmigrantes pagan miles de millones en impuestos. Solo en 2022, 96.700 millones de dólares”.
“Este país se beneficia del trabajo de los inmigrantes, pero se niega a reconocer su importancia. Eso es lo que debe cambiar”, continuó. No se trata, dijo, de discursos vacíos. Se trata de tomar el teléfono y llamar al Congreso. De exigir una vía hacia la legalización para estas personas. De dejar de vivir con miedo. “No es aceptable separar familias. La violencia y el terror no pueden ser la norma”, agregó, y mencionó a algunas organizaciones (Public Counsel y Kids in Need of Defense) que brindan apoyo legal y humanitario.
Luna no buscaba aplausos. Buscaba acción del público: “Circulan demasiadas mentiras sobre los inmigrantes. Pero estoy seguro de que tú también conoces una historia que dice lo contrario. Cuéntala. Compártela. Eso ayuda. Hoy, los inmigrantes necesitan saber que no están solos. Su lucha también es tuya”.
En un país donde los inmigrantes han apagado incendios, cosechado campos, cocinado para millones y se han encargado de las tareas de cuidado, el intérprete lanzó una crítica directa a los políticos que han evadido el problema durante décadas, a pesar de que este país depende —y se beneficia— de ese trabajo. “La única solución ha sido evidente desde hace años: denles una vía hacia la legalidad”, concluyó. Y esta vez, lo dijo en horario estelar.
En pocas horas, el video de su intervención ha superado las 110 mil reacciones. “Gracias, Jimmy Kimmel, por este momento en un mundo tan tóxico. Todos necesitamos compasión y un poco de risa”, comentó una usuaria. Otra resumió: “Esto fue maravilloso”.
Nezza, una de las invitadas de Diego Luna
La noche también tuvo otro momento poderoso. La cantante y actriz Nezza, de ascendencia dominicana y colombiana, participó en el mismo episodio que Luna condujo y explicó al público por qué decidió interpretar el himno nacional en español en la apertura de un juego en el estadio de los Dodgers de Los Ángeles.
“Pensé que sería un acto hermoso, un gesto por mi comunidad”, compartió la joven cantante. Confesó que, aunque tenía permiso para cantar solo durante 90 segundos, decidió cambiar su plan a último momento, impulsada por los acontecimientos recientes en la ciudad californiana.
“Algo me invadió. Nunca había roto una regla, pero estoy muy feliz de haberlo hecho” dijo. Nezza cerró su actuación con una sonrisa, dejando claro que también desde la música se puede resistir.