EL DEBATE
Nogales, Sonora.— Una escena poco habitual ha comenzado a repetirse en la frontera entre México y Estados Unidos: vehículos blindados del Ejército estadounidense, específicamente el M1126 Infantry Carrier Vehicle (ICV), posicionados a escasos metros de viviendas civiles y planteles escolares, generan tanto temor como incertidumbre entre los habitantes del lado mexicano.
El modelo M1126, conocido también como Stryker, es una unidad táctica utilizada principalmente por la infantería motorizada del Ejército de Estados Unidos. Aunque su despliegue actual en Nogales, Arizona, ha sido justificado como un movimiento disuasorio ante el tráfico de drogas y migrantes, su presencia a solo cien metros del muro fronterizo ha generado múltiples reacciones entre la población de colonias como Del Rosario.
Este vehículo blindado tiene una capacidad para transportar hasta nueve soldados completamente equipados, además de dos tripulantes. Su diseño de tracción 8×8, junto con un motor diésel Caterpillar C7 de 350 caballos de fuerza, le permite alcanzar velocidades de hasta 100 km/h, lo que lo convierte en un medio ágil para el despliegue rápido en zonas de conflicto o vigilancia estratégica.
En cuanto a su armamento, el M1126 puede ser equipado con una ametralladora calibre .50 o un lanzagranadas automático Mk 19 de 40 mm, operados desde una estación de armas remota M151 Protector, lo que le otorga capacidad ofensiva sin exponer a sus ocupantes. Su blindaje modular de acero y cerámica le ofrece protección contra munición de hasta 14.5 mm, además de contar con sistemas de defensa NBQ (nuclear, biológica y química), supresión automática de incendios y diseño antiminas.

Aunque se ha reportado que las unidades localizadas en Nogales no están armadas en este momento, la sola presencia de estos vehículos, que también fueron utilizados en la guerra de Ucrania, ha encendido las alertas entre padres de familia, estudiantes y residentes. “¿Con qué confianza vas a dejar que los niños salgan a la calle?”, expresó Eréndira Pérez, madre de familia entrevistada en la zona.
Otra unidad Stryker fue vista en una elevación cerca del Ejido Mascareñas, custodiada por militares estadounidenses vestidos de civil. La vigilancia en la zona se ha intensificado no solo con estas tanquetas, sino también con un incremento notable de vehículos de la Patrulla Fronteriza, contrastando con la escasa presencia de fuerzas de seguridad mexicanas.
En medio del temor social, el doctor y activista Fernando Pedraza ha llamado a la calma, asegurando que el despliegue militar no busca agredir, sino disuadir actividades ilícitas que por décadas han marcado a esta frontera.
Con un costo estimado de entre 4 y 8 millones de dólares por unidad, dependiendo de su configuración, el M1126 Stryker representa uno de los vehículos blindados más versátiles del inventario militar estadounidense.