Jesús Cámara Ríos / LA VERDAD NOTICIAS
Seis de siete especies de tortugas marinas están amenazadas; Cancún refuerza su protección durante la temporada de anidación.
Este lunes 16 de junio se conmemora el Día Mundial de las Tortugas Marinas, una fecha para generar conciencia sobre la protección de una de las especies más antiguas del planeta y vital para la salud de los ecosistemas marinos. A pesar de haber sobrevivido por más de 100 millones de años, hoy las tortugas marinas enfrentan múltiples amenazas que ponen en riesgo su existencia.
De las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo —laúd, carey, verde, lora, caguama, golfina y plana— seis están catalogadas en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La situación es alarmante: la caza ilegal, la contaminación plástica, la pesca incidental, la pérdida de hábitats y el cambio climático han llevado a estas especies a una crisis silenciosa pero devastadora.
Las tortugas marinas desempeñan un papel importante en el equilibrio ecológico. Por ejemplo, la tortuga verde se alimenta de pastos marinos, ayudando a mantenerlos cortos y saludables, lo que favorece a otras especies y protege contra la erosión costera. Además, sus huevos y crías aportan nutrientes a los ecosistemas de playa, beneficiando a aves y otros animales terrestres.
Cancún las protege
En el Caribe mexicano, particularmente en Cancún y otras playas de Quintana Roo, cada año se activa un operativo especial para proteger a estas especies durante su temporada de anidación. Desde mayo hasta octubre, cientos de tortugas llegan a las costas a desovar, y con ellas, decenas de brigadas de protección realizan tareas fundamentales para garantizar su reproducción.
El gobierno municipal de Benito Juárez, a través de la Dirección General de Ecología, en conjunto con Protección Civil, Policía Turística, bomberos, hoteles y voluntarios, lleva a cabo el Programa de Protección y Conservación de Tortugas Marinas. Entre las acciones destacan la instalación de corrales de protección para los nidos, patrullajes nocturnos, señalización de áreas críticas, campañas de sensibilización y liberación de crías una vez que eclosionan.
Este año, como parte de esta estrategia, ya se han liberado las primeras crías de tortuga caguama en playas de Cancún, lo que representa un logro en medio de un panorama ambiental complejo. “Sigamos protegiendo juntos este tesoro natural”, expresó la presidenta municipal Ana Paty Peralta durante una de las actividades.
Riesgos crecientes
Además de la vigilancia local, organizaciones ambientales como Sea Shepherd y el Comité Nacional para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas también han alertado sobre los riesgos crecientes debido a los efectos del cambio climático. El aumento de la temperatura del suelo afecta el sexo de las crías —pues la temperatura determina si nacerán hembras o machos—, generando desequilibrios genéticos en las poblaciones.
El llamado en este Día Mundial de las Tortugas Marinas es claro: adoptar medidas individuales y colectivas para garantizar su conservación. Acciones como reducir el uso de plásticos de un solo uso, participar en limpiezas de playas, respetar las zonas de anidación y apoyar los programas de conservación pueden marcar una diferencia real.
Proteger a las tortugas marinas es también proteger los mares, la biodiversidad y el futuro de las generaciones venideras, porque cuando una tortuga regresa al mar, también regresa la esperanza de que aún estamos a tiempo de salvar lo que más importa.
LLAMADO A LA ACCIÓN
- Evitar el uso de plásticos desechables.
- Participar en limpiezas de playa.
- Respetar las señalizaciones y zonas de anidación.
- Apoyar proyectos de conservación y voluntariado en el Caribe mexicano.
AMENAZAS PRINCIPALES
Contaminación plástica: millones de piezas de plástico ingresan al océano cada año. Las tortugas, al confundir bolsas con medusas, sufren ingestión letal.
Pesca incidental: redes de arrastre, palangres y nasas capturan tortugas, con cientos de ejemplares muertos anualmente.
Cambio climático: altera la temperatura de incubación, sesgando el sexo de las crías y provocando desequilibrio poblacional.
Caza furtiva: el saqueo de nidos y captura de adultos persiste, a pesar de leyes que lo penalizan, reduciendo drásticamente la supervivencia.