Ernesto Eslava / ZETA
En un enorme dispositivo de seguridad pocas veces visto en Mexicali, Óscar Parra Aispuro -inocente en tanto no se determine su responsabilidad mediante la sentencia de un juez, según el artículo 13 del CNPP- conocido como el Parra o el Tekolín, fue trasladado de San Felipe a las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) para su procesamiento.
Considerado uno de los líderes del entonces llamado Cártel del Mar, una agrupación criminal dedicada al tráfico de totoaba que ahora se conforma en una estructura dedicada al tráfico de drogas, no se escondía; tenía una vida normal en San Felipe, donde se desplazaba a bordo de su clásico pick up, GMC Sierra, color blanco, por las calles del puerto y al Sur de la comunidad.
El Parra, cuya familia está emparentada con el alcalde de San Felipe, José Luis Dagnino, fue capturado la tarde de este jueves, durante un operativo especial realizado por la Policía Municipal, la Secretaría de Marina y la Defensa Nacional, quienes lo intervinieron en el vehículo donde se desplazaba, sobre la calle Olmos y Chetumal.
La intervención concluyó en las instalaciones de la cooperativa de su propiedad, llamada Sociedad Pesquera Aispuro, la cual -según el Registro Público de Comercio (RPC), comparte propiedad con su hermano fallecido, Gastón Eduardo Parra Aispuro, Brittany Parra Cuevas -hija de Óscar-, Ángel Iván Soberanes Miranda (cuñado) y Yulissa René García Fernández, sobrina de Juan Luis García Ruiz alias La Yegua, ex jefe del Cártel del Mar.
El Parra iba acompañado de su escolta al momento de la detención, el cual tenía un arma de fuego fajada en su cintura, por lo que fueron intervenidos. Luego de una discusión y de un enfrentamiento verbal, el numeroso grupo de policías y soldados, se impuso y lo pusieron bajo arresto, para luego trasladarlo a la Comandancia de la Policía Municipal y posteriormente tomar rumbo hacia Mexicali.
Se desconoce sí el Parra cuenta con mandamientos judiciales ante la justicia federal que lo hagan enfrentar la justicia. Sin embargo, se le relaciona con varios hechos delictivos en el puerto, debido a que dirigía -presuntamente- una de las células de la agrupación delictiva del Cártel de Sinaloa, que opera en el puerto.
Es la segunda vez que se captura a Óscar Parra en San Felipe. La primera fue aprehendido en septiembre del 2018, acusado de estar implicado en el asesinato de un militar de nombre Emmanuel Esaú Saldaña Ramos, la noche de un 30 de diciembre, por un aparente conflicto de tránsito.
El Parra permaneció preso desde el 2018 al 2023, luego de que un juez desestimara el video donde fue captado disparando contra el militar y que los dos testigos del caso “desaparecieran” de Baja California.
Tras su salida, el Parra -supuestamente- retomó sus actividades ilícitas en el puerto y se volvió un representante de la agrupación de Sinaloa, sosteniendo una batalla con estructuras delictivas ligadas a la Mayiza, como los Rusos, en el puerto de San Felipe.
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