Más de 70 mil niñas, niños y adolescentes realizan alguna actividad laboral en Sonora.
Alejandro Matty O.
En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la Fundación Nueva Generación Sonora alza la voz “ante una realidad que no podemos seguir ignorando; en nuestro estado, más de 70 mil niñas, niños y adolescentes se encuentran en situación de trabajo infantil”.
Mediante un Posicionamiento, expone que son 70,840 menores que trabajan en condiciones de riesgo 39,513 realizan tareas domésticas peligrosas o excesivas, 27,214 realizan labores peligrosas, 9,746 tienen menos de 15 años (bajo la edad legal permitida) y más de 7,000 tienen entre 5 y 9 años.
Señala que “el trabajo infantil no debe ser normal ni aceptable, arrebata derechos, sueños y compromete su futuro”.
Por ello, “hacemos un llamado urgente: a las autoridades: Fortalecer las políticas públicas de protección social y garantizar el cumplimiento de la Ley a la sociedad: Dejar de normalizar esta forma de violencia y no permanecer indiferentes ante una realidad que afecta a miles de niñas y niños”.
Hoy, se hace necesario reflexionar sobre una problemática que afecta a miles de menores en Sonora. Según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aproximadamente 70,000 niños, niñas y adolescentes en el estado se encuentran en situación de trabajo infantil, lo que representa alrededor del 10.6% de la población infantil en el rango de 5 a 17 años.
Aunque Sonora ha logrado avances en la erradicación del trabajo infantil en ciertos sectores, como el agrícola, donde se han realizado inspecciones sin encontrar evidencia de menores trabajando, la situación en otras áreas sigue siendo alarmante.
Las principales actividades laborales para estos menores incluyen la venta ambulante, el trabajo doméstico no remunerado en condiciones inadecuadas y la realización de labores peligrosas fuera del hogar.
Diversos factores contribuyen a que el trabajo infantil siga siendo una realidad en Sonora como la pobreza y marginación.
La necesidad económica obliga a muchas familias a enviar a sus hijos a trabajar para complementar los ingresos familiares.
La deserción escolar y la falta de infraestructura educativa en algunas regiones del estado limitan las oportunidades de los menores para desarrollarse plenamente.
En algunas comunidades, el trabajo infantil es visto como una práctica aceptable, lo que dificulta su erradicación.
El trabajo infantil tiene consecuencias devastadoras para el desarrollo físico, emocional y social de los menores.
Los menores expuestos a trabajos pesados pueden sufrir lesiones, agotamiento y enfermedades relacionadas con las condiciones laborales.
La carga de responsabilidades laborales puede generar estrés, ansiedad y afectar la autoestima de los niños y adolescentes.
El tiempo dedicado al trabajo reduce las posibilidades de acceder a una educación de calidad y a actividades recreativas esenciales para su desarrollo integral.
Diversas instituciones y organizaciones en Sonora están implementando estrategias para combatir el trabajo infantil.
Se realizan esfuerzos para informar a la sociedad sobre los derechos de los niños y la importancia de su educación.
El trabajo infantil en Sonora es una realidad que requiere la atención y acción de toda la sociedad.
Es fundamental garantizar que todos los niños y adolescentes tengan acceso a una educación de calidad, a un entorno seguro y a oportunidades que les permitan desarrollarse plenamente.
Sólo a través de un esfuerzo conjunto podremos erradicar esta problemática y asegurar un futuro mejor para las nuevas generaciones.