Noroña fue objeto de críticas en redes sociales y la oposición quien lo responsabilizó del posible incremento de al menos 5 % en el gravamen a remesas por parte del Senado de EU lo que también motivó un llamado de atención de Sheinbaum.
Alejandro Páez
En medio de una lluvia de críticas pero sobre todo la llamada de atención de la presidenta Claudia Sheinbaum, el presidente del Senado y de la Permanente, Gerardo Fernández Noroña, se vio obligado a dar marcha atrás en su diferendo con el senador republicano Eric Schmitt, de quien se burló por proponer que el impuesto a las remesas enviadas por migrantes se elevara hasta el 15 por ciento.
Acto seguido, el morenista expresó su compromiso de diálogo y acuerdo con las autoridades de Estados Unidos y les extendió su mano a los 100 senadores y senadoras del Congreso de Estados Unidos, incluido Eric Schmitt, con quien se enfrascó en dimes y diretes por el gravamen a las remesas.
“Así es que yo quiero ratificar mi convicción del diálogo con el Senado de Estados Unidos y con el Gobierno de Estados Unidos y con el Congreso de Estados Unidos y con todos quienes necesarios para lograr respeto pleno a los derechos humanos de nuestros hermanos y hermanas migrantes.
El legislador de Morena fue objeto de críticas en redes sociales y por parte de la oposición que expresó su condena ante el posible incremento al menos del 5 por ciento en el senado norteamericano, lo que también motivó un llamado de atención por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum.
En este contexto y la llamada de atención de Sheinbaum, Noroña la emprendió contra la oposición en la Permanente y la acusó de activar una campaña en su contra de manera insidiosa para responsabilizarlo de un eventual incremento en el gravamen a las remesas.
“La oposición ha estado de insidiosa por una crítica que hice yo a que se pudiera aumentar el impuesto a las remesas, generando una descalificación a mi persona”, acusó
Por ello refrendó su voluntad de mantener una relación constructiva con Estados Unidos, y expresó su rechazo a la propuesta fiscal al considerarla una forma de doble tributación que afectaría directamente a la comunidad migrante mexicana.
“Así es que yo quiero ratificar mi convicción del diálogo con el Senado de Estados Unidos y con el Gobierno de Estados Unidos y con el Congreso de Estados Unidos y con todos quienes necesarios para lograr respeto pleno a los derechos humanos de nuestros hermanos y hermanas migrantes.
Asimismo, pidió se retire del dictamen ese gravamen a las remesas l, en aras del respeto a los derechos humanos de los migrantes.
La propuesta de Schmitt ha generado preocupación entre diversos sectores en México, ya que las remesas constituyen una de las principales fuentes de ingresos para millones de familias en el país.