Las manifestaciones en contra de la política migratoria de Donald Trump iniciadas en California se multiplican en ciudades como Nueva York, Austin, Atlanta o Boston. Cientos de detenidos en las concentraciones por todo el país
Paola Nagovitch y Jesús Jank
Miles de personas han tomado las calles de la ciudad de Nueva York este martes en solidaridad con las manifestaciones contra las redadas migratorias de la Administración Trump iniciadas en Los Ángeles la semana pasada. Al grito de “¡ICE, pa’ fuera!”, en referencia al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas por sus siglas en inglés, o “Chinga la migra”, y ondeando banderas mexicanas, boricuas, peruanas, colombianas, cubanas o palestinas, los neoyorquinos se han sumado a un movimiento de protesta que, tras estallar en California este fin de semana, ha pasado a despertar al resto del país. En casi todas las grandes ciudades se han convocado concentraciones a lo largo de la semana.
La protesta en la Gran Manzana de este martes ha arrancado en Federal Plaza, en el Bajo Manhattan, donde están concentradas las oficinas de varias agencias federales de inmigración, incluido el ICE, y el principal tribunal de inmigración de la ciudad, y donde ha habido otras manifestaciones en los últimos días. Los gritos y los vítores de los miles de manifestantes retumbaban en las fachadas de los edificios donde decenas de inmigrantes han sido detenidos en las últimas semanas en citas judiciales, a medida que el Gobierno de Donald Trump intensifica su campaña de detención y deportación.





Los manifestantes fueron recibidos con una fuerte presencia policial y barricadas. Mientras la mayoría marchó hacia el norte por las calles de Manhattan pasadas las seis de la tarde, un pequeño grupo permaneció en la zona de Federal Plaza, donde más tarde se registraron algunos forcejeos entre los presentes y las autoridades. Hubo varios arrestos: al menos 20, según los organizadores de la protesta.
Cientos de personas han sido detenidas en concentraciones en todo el país —en torno a 200 solo en Los Ángeles—, mientras los agentes federales han hecho uso de gases lacrimógenos, pelotas de pimienta y balas de goma contra los manifestantes. En el caso de Los Ángeles, cerca de 5.000 militares se han sumado a la represión policial de las protestas que este martes cumplieron su quinto día tras iniciarse el pasado viernes, en respuesta a las redadas migratorias que se llevaron a cabo en varios puntos de la ciudad californiana.
En Nueva York, las protestas arrancaron el sábado, horas después de que comenzaran en la metrópoli californiana. Ese día, alrededor de 100 personas se reunieron también en Federal Plaza. Los manifestantes acabaron enfrentándose a las autoridades después de bloquear el paso de una camioneta blanca que salía de un edificio en la zona y que, según los allí presentes, pertenecía a la policía migratoria. Videos compartidos en redes sociales muestran a los manifestantes formando una cadena humana para detener el vehículo. Otras imágenes muestran el choque posterior, en el que las autoridades arrestaron a 22 personas y usaron gas pimienta para dispersar a la multitud. Varios manifestantes resultaron heridos en el altercado y tuvieron que ser llevados a hospitales cercanos.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, el demócrata Eric Adams, aliado de Trump, ya ha advertido que no tolerará el tipo de enfrentamientos que han estallado en Los Ángeles, los que ha calificado de “inaceptables”. “Entiendo que algunos neoyorquinos puedan estar enojados, asustados y listos para expresar eso. La ciudad de Nueva York siempre será un lugar para protestar pacíficamente, pero no permitiremos la violencia ni la anarquía”, afirmó Adams en la noche del lunes.
Horas antes, un grupo de manifestantes protagonizó una sentada pacífica en el interior del vestíbulo de la Torre Trump, en la Quinta Avenida de Manhattan. La acción se saldó con 24 detenciones, según informó la policía local. Además, otros se volvieron a congregar cerca de Federal Plaza, donde al menos ocho personas fueron detenidas.
Más allá de Nueva York y California, ha habido concentraciones en Estados como Illinois, Nuevo México, Pensilvania, Nevada, Florida, Massachusetts, Georgia, Minnesota, Kentucky y Washington. En total, se han reportado manifestaciones en más de dos docenas de ciudades, y es posible que estas se solapen con las miles de protestas anti-Trump ya convocadas a nivel nacional para el próximo sábado, cuando el presidente cumple años. La mayoría ha transcurrido de forma pacífica y controlada, en las afueras de oficinas locales del ICE o frente a ayuntamientos. El tamaño de las acciones ha variado: algunas han contado con unas pocas docenas de participantes, mientras que otras han congregado a miles de personas.
Además de exigir el fin de las redadas, los manifestantes también han salido a las calles para demostrar su apoyo a David Huerta, destacado dirigente sindical y de derechos civiles que fue detenido el viernes en Los Ángeles mientras protestaba contra una redada de inmigración. Huerta quedó en libertad bajo fianza el lunes, pero enfrenta un cargo grave de conspiración para obstruir a un agente federal. Su detención, captada en videos e imágenes difundidas en redes sociales, ha hecho que se convierta en un símbolo de las protestas.

Texas también ha sido escenario de confrontaciones entre manifestantes y fuerzas del orden. El gobernador Greg Abbott, republicano y fiel aliado del presidente Trump, especialmente en materia migratoria, ha anunciado la noche de este martes que desplegará la Guardia Nacional en localidades de todo el Estado “para garantizar la paz y el orden”. “La protesta pacífica es legal. Dañar a una persona o propiedad es ilegal y conducirá al arresto”, escribió en X.
En Austin, la capital del Estado, se produjeron tensos enfrentamientos con las autoridades en la noche del lunes. La marcha comenzó en el Capitolio y continuó hasta el edificio federal J. J. Pickle, que el ICE utiliza como centro de detención. Allí algunos lanzaron pintura y piedras contra los agentes y rayaron las ventanas del edificio. Imágenes en redes sociales y la prensa local muestran a un gran número de personas corriendo para escapar del espray de pimienta esparcido por los guardias. La jefa local de la policía, Lisa Davis, señaló que las fuerzas del orden utilizaron gas, aunque se negó a llamarlo lacrimógeno. Se reportaron al menos dos arrestos durante la jornada.
En Dallas, unas 400 personas se reunieron el lunes en el puente Margaret Hunt Hill, cerca del centro de la ciudad. Según medios locales, la manifestación comenzó con carteles, banderas y consignas a favor de los derechos de los migrantes. Sin embargo, cerca de las 10 de la noche la policía amenazó a los participantes con arrestarlos si no abandonaban el lugar. Alrededor de las 11, los agentes rodearon a un grupo y detuvieron al menos a una persona. El pastor de una iglesia de la zona aseguró haber sido rociado con gas pimienta por un oficial, mientras él, con las manos en alto, le decía “No soy una amenaza”. Se confirmó que los agentes utilizaron este aerosol contra otros manifestantes.

“Mientras los agentes del ICE, la policía y la Guardia Nacional inundan las calles de Los Ángeles para brutalizar a quienes ejercen su derecho a protestar, recordamos que todo cambio se ha ganado solo con la lucha. Para ganar debemos seguir luchando”, señaló en un comunicado la rama de Houston del Partido para el Socialismo y la Liberación, uno de los organizadores de las manifestaciones en esta ciudad el fin de semana. También se celebraron marchas pacíficas en la ciudad texana de San Antonio, donde cientos de personas marcharon el fin de semana bajo la consigna “Dinero para trabajos y educación, no para deportaciones racistas”.
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