El exjugador de la Real Sociedad y la selección mexicana se jubila tras su última etapa en Los Ángeles
Carlos Vela ha escrito el punto final de su trayectoria como futbolista en un escueto mensaje en Instagram. El campeón del mundo juvenil con México y una de las figuras de la Real Sociedad ha cerrado una carrera que siempre dejaba una pregunta al aire: “¿Y si le hubiese apasionado más el fútbol?“. Su último partido como profesional fue en octubre de 2024 cuando jugó poco menos de cinco minutos con Los Ángeles FC, el club estadounidense donde aterrizó como su primer gran estrella.
Se decía que a Carlos Vela no le apasionaba el fútbol. “Yo siempre he dicho, que prefiero mil veces ver un partido de básquet que uno de fútbol”, contó en 2018 en un evento de la NBA. El delantero renunció a jugar por lo menos dos Copas del Mundo con México porque, en 2014, no se sentía bien consigo mismo. “Hicelo que creí correcto, hice lo que mi corazón me dijo lo que tenía que hacer, y cuando uno no hace lo que cree que es conveniente para uno”, contó. En 2022 lanzó: “Uno en su carrera y en la vida toma decisiones, y todo va acorde con la felicidad, dónde quieres estar y dónde no. Puedo decidir y creo que cuando no estás bien y no quieres estar 100% en un lado, es mejor no estorbar”.
En su mejor forma física y de rendimiento, Vela decidió dejar Europa, la Real Sociedad, para ser el primer futbolista de la franquicia de LAFC. Dejó la élite para darle forma al equipo angelino y ahí encontró la verdadera felicidad. En sus tiempos libres podía asistir a ver los juegos de NBA, pasar tiempo con su familia y alejarse del foco mediático que siempre le pareció un suplicio.
En México nunca perdonaron a Carlos Vela por rechazar ir a la selección mexicana. Ese casi sacrilegio se basa en la tesis de que el futbolista nacido en Cancún era un tipo fuera de lo común. Un delantero con desparpajo, prolífico y con capacidad para cambiar la narrativa de cualquier partido. A sus 17 años fue parte de la selección mexicana que ganó el Mundial de la categoría frente a Brasil en 2005. Ese fue el primer gran logro internacional. Su principal socio era Giovani Dos Santos, exjugador del Barcelona y quien también prefirió alejarse del fútbol desde 2019. Lo último que se vio de Vela fueron los 90 minutos que disputó en los octavos de final entre México y Brasil en Rusia 2018. También el gol de despedida fue contra Corea del Sur, en ese mismo Mundial.
“No hay palabras suficientes para expresar el agradecimiento que tengo por mi familia, todos los clubes que me dieron la oportunidad y a la afición por su apoyo y cariño. Gracias”, escribió Vela este martes en un mensaje de redes sociales. El atacante emergió de los equipos juveniles de las Chivas de Guadalajara. Tras sorprender al mundo en 2005, le fichó el Arsenal. El equipo de Londres le cedió al Salamanca y luego al Osasuna para ganar experiencia. Estuvo tres temporadas con los Gunners, aunque las lesiones marginaron su juego. Probó suerte en el West Bromwich una temporada hasta que, en 2011, aterrizó en la Real Sociedad.
En la Real explotó. En siete temporadas marcó 69 goles en la Liga (73 en total), fue clave para que el equipo jugara la Champions League con una dupla de goles con Griezmann. El brazalete de capitán le sentó bien. Los únicos títulos que ganó en un club fueron en Estados Unidos: dos MLS Supporters Shield, dos Conference Cup, una MLS Cup y una US Open Cup.
Con la camiseta mexicana, Vela alzó ese recordado Mundial sub 17, dos Copas Oro y una Copa Concacaf, que le sirvió para jugar la última Copa Confederaciones, en 2017. El ahora futbolista jubilado podrá decir que fue parte de una generación dorada, de ruptura en México, que pudo ganarle una final a Brasil, que venció a Alemania y que dejó de dudar de sí para emigrar a Europa.
