Trump advirtió el pasado viernes de que las negociaciones comerciales con la Unión Europea ‘no van a ninguna parte’ y amenazó con aplicar un arancel del 50%.
Redacción AN / MDS
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aceptó el domingo retrasar hasta el próximo 9 de julio para implementar los aranceles del 50 por ciento a la Unión Europea, una decisión que anunció tras una conversación telefónica con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
“Hoy he recibido una llamada de Ursula von der Leyen solicitando una prórroga del plazo del 1 de junio sobre el arancel del 50 por ciento con respecto al comercio y la Unión Europea. He accedido a la prórroga -9 de julio de 2025-. Ha sido un privilegio para mí hacerlo”, dijo en su plataforma Truth Social.
Horas antes, Von der Leyen informó que había mantenido una “buena” conversación con inquilino de la Casa Blanca, en la que abordaron las negociaciones comerciales en marcha.
“Una buena llamada con el presidente de Estados Unidos”, publicó en su cuenta en la red social X, donde recordó que “la UE y Estados Unidos tienen la relación comercial más relevante y estrecha del mundo”.
“Europa está lista para avanzar rápida y firmemente en las conversaciones. Necesitaremos hasta el 9 de julio para alcanzar un buen acuerdo”, añadió en referencia a la fecha en la que expira el plazo dado por Washington para lograr un acuerdo comercial.
También el ministro de Finanzas alemán, Lars Klingbeil, ha opinado sobre las negociaciones comerciales con Washington y ha expresó su “cauto optimismo” sobre las posibilidades de acuerdo.
“Deberían estar interesados en colaborar con nosotros. Hay que encontrar una solución rápidamente. De lo contrario afectaría enormemente a los mercados”, afirmó Klingbeil en declaraciones a la televisión pública alemana ARD.
Trump advertía el pasado viernes de que las negociaciones comerciales con la UE “no van a ninguna parte”, por lo que amenazó con imponer un arancel del 50 por ciento sobre los productos europeos desde el 1 de junio.
El pasado 2 de abril, en el llamado ‘Día de la liberación’, el presidente estadounidense anunció la imposición de aranceles del 20 por ciento para todos los productos procedentes de la Unión Europea, aunque días después decidió suspender la implementación del gravamen durante 90 días, dejando en vigor una tarifa universal del 10 por ciento.
Asimismo, Estados Unidos decidió fijar un arancel del 25 por ciento sobre las importaciones de coches y piezas de automóvil con origen de la UE.
A pesar de esta tregua, la Comisión Europea anunció en mayo su intención de denunciar ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) los aranceles de Estados Unidos a todas las importaciones extranjeras, incluidas las de la Unión Europea.
Además, Bruselas hizo pública su propuesta para una segunda ronda de represalias con la que gravar productos estadounidenses por valor de cerca de 100,000 millones de euros, aunque subrayó que la “prioridad” sigue siendo un acuerdo negociado con la Administración Trump.