La paraestatal reporta pérdidas por 53 mil 436 pesos a la Hacienda Pública en el primer trimestre de 2025, además de registrar un activo total de 116 pesos con 88 centavos, cifra inferior a la de 2024
Lorena Caro / EL DEBATE
La ambiciosa apuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador por nacionalizar el litio a través de la creación de LitioMX ha transitado rápidamente a una realidad en números rojos y de pocos resultados. Aunque se creó como una paraestatal estratégica sectorizada a la Secretaría de Energía, la empresa tiene el freno de la inversión privada para la exploración y explotación del mineral, y tampoco ha mostrado avances tangibles en el desarrollo de una cadena de valor nacional.
Nacionalización
El panorama financiero de la empresa estatal pinta una historia en números rojos. En su estado financiero correspondiente al primer trimestre de 2025, LitioMX reportó pérdidas por 53 mil 436 pesos a la Hacienda Pública. A ello se suma un activo total de 116 pesos con 88 centavos, cifra inferior incluso a los 124 pesos con 15 centavos registrados en el mismo periodo del año anterior.
Además, el Diario Oficial de la Federación publicó el Manual de Organización General de Litio para México, en el que se detallan objetivos ambiciosos, como desarrollar tecnología de punta, fomentar cadenas productivas con alto contenido nacional y posicionar a México como un líder global en la industria del litio. Sin embargo, hasta ahora no se ha revelado cuánto litio hay en el país. La cifra más oficial es del Servicio Geológico de Estados Unidos, que ubica a México con 1.7 millones de toneladas de reservas de litio.
Detrimento
El especialista Clemente Hernández Rodríguez, profesor Investigador del Departamento de Economía de la Universidad de Guadalajara, explicó en entrevista para El Debate que cualquier baja en el precio de un activo significa que la valoración del mismo va en detrimento. Analizó que Litio MX, al ser una empresa del Estado, tiene capital gubernamental, sobre todo cuando sus utilidades no van a ser claramente de corto plazo, sino de largo plazo. Por lo tanto, también se le da poder monopólico.
“Esto, lo único que nos muestra es que el litio todavía no es rentable en México. Es decir, la cadena de producción todavía no ha iniciado. Seguramente las reservas que se han hallado no son fácilmente explotables. No se tiene la tecnología para este convertirlo en litio, que es la base de las baterías, explicó”.
Operatividad
Los números rojos y el escaso valor de los activos que registra Litio MX indican que la empresa requerirá mayores subsidios públicos. Esto obligaría al gobierno federal a destinar recursos adicionales para compensar su déficit operativo, lo que representa una presión negativa para las finanzas de la Hacienda Pública. En entrevista para EL DEBATE, enfatizó que lo más recomendable para dejar de perder dinero es pedirle a los operativos de Litio Mx que sean razonables en decir cuándo es que ya se va a empezar la producción.
“Hay que plantearle aquí a la gente que está en esas instituciones, que sean francos en decirnos cuándo esto va a tener resultados. De lo contrario, el subsidio se va a extender. Si nosotros no les pedimos existencia ni les pedimos resultados, se va a ver un lastre, lanzó”.
Carlos Alberto Bautista Pérez, especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, advirtió que la nacionalización del litio en México, aunque políticamente simbólica, también ha generado obstáculos prácticos significativos. Cuando se reformó la Constitución para reservar la explotación de litio al Estado, existían empresas privadas interesadas en invertir en la extracción y se han generado conflictos legales mineros con empresas extranjeras que se quedaron sin la concesión del metal, como la china Ganfeng Lithium.
En contraste, expuso que países como Chile y Bolivia, los principales competidores de México en América Latina han logrado avanzar en la industria del litio gracias a inversiones multimillonarias y al desarrollo de infraestructura tecnológica.
El gran líder en producción de baterías de litio es la empresa china BYD, y hoy por hoy, incluso en sus planes de expansión, China está priorizando países como Perú sobre México, lanzó.
Proyectos
Bautista Pérez enfatizó que el reto no es solo económico sino también tecnológico. “México carece tanto de la tecnología como del capital humano especializado para emprender proyectos de exploración y refinamiento del litio”, expuso.
La paradoja, añadió, es que al reservarse el control exclusivo del litio, el Estado mexicano ha bloqueado otras alternativas de inversión, sin contar con los recursos necesarios para desarrollarlas por sí mismo.
Presupuesto
Tan solo en 2025, el gobierno le dio a Litio MX un presupuesto de 12.9 millones de pesos para funciones administrativas. Rubén José Dorantes Rodríguez, especialista en temas energéticos y académico de la UAM, lo calificó como “una tomada de pelo”.
En entrevista para El Debate, consideró que es tan limitado que apenas alcanza para mantener una oficina pequeña con unos cuantos ingenieros, sin margen para investigación, análisis de campo o incluso viáticos.
Detalló que la exploración de litio exige inversiones millonarias.
Se requieren visitas técnicas, maquinaria pesada, estudios de suelo, análisis hídricos, diálogo con comunidades y un equipo completo en sitio. Nada de eso es viable con el presupuesto actual, lanzó.
Con lo anterior, consideró que los números rojos que muestra Litio MX, eran predecibles. En su opinión, no se muestra seriedad para poder impulsar esta industria y mucho menos intención. “Este es simple y sencillamente un elemento de tipo político que sirve para que cuando venga de alguna manera un intento de alguna empresa o de algún país de querer exportar, explorar el litio, decir no, el litio es nacional, el litio es nuestro, no vamos a dejar que nadie quiera apoderarse de nuestro y manejarlo políticamente”, criticó.
Rubén José Dorantes Rodríguez señaló que este panorama es desalentador para quienes consideran que debería de haber una industria nacional de litio, puesto que evidentemente están viendo una realidad totalmente diferente. Frente a eso, reconoció que investigadores y desarrolladores tecnológicos en el país han optado por enfoques como importar litio procesado o adquirir baterías ya fabricadas en el extranjero para proyectos de movilidad.
Mapa global
Al respecto, Rigoberto García Ochoa, investigador de El Colegio de la Frontera Norte, consideró que aunque el discurso oficial ha elevado el valor del litio como emblema de desarrollo, la realidad muestra a una empresa estatal, LitioMX, operando con recursos limitados y sin avances técnicos significativos. De continuar así, advirtió que México no solo mantendría su dependencia tecnológica de otros países, sino que también dejaría escapar una ventana histórica de desarrollo industrial.
Tendríamos ya que estar explorando de una manera seria los distintos yacimientos donde se cree que hay litio en México, que son, según el último reporte oficial, alrededor de 85 zonas en todo el país donde se estima que puede extraerse el mineral, expuso.
Aunado, consideró que el yacimiento de Bacadéhuachi, Sonora, ya debería encontrarse en una fase piloto para iniciar la extracción de litio.
Para García Ochoa, es urgente un esfuerzo coordinado entre gobierno, sector privado y academia si México quiere participar con seriedad en el nuevo mapa energético global.