En Sonora, tanto el gobernador del estado como su servidumbre en la dirección del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación), le tienen pavor a la posibilidad de que la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación) tome el control de las protestas magisteriales y desplace en mediano plazo al charrismo sindical de las secciones 28 y 54.
Tienen muy frescas en su memoria, los recientes triunfos de la CNTE en las dos secciones de Zacatecas y están tomando maquiavélicas medidas preventivas.
Por esas contundentes derrotas al oficialismo, a razón de palizas de 5 a 1 en las votaciones, han suspendido los procesos electorales en otros estados que ya les corresponde relevar; mismo caso a nivel nacional, donde continúa ilegalmente al frente del SNTE, -con el total apoyo de la presidencia de la república- el Senador plurinominial impuesto por Morena: Alfonso Cepeda Salas.
Todo lo anterior, también a sabiendas que existen condiciones muy favorables para que la CNTE, en un proceso universal y democrático les arranque la dirigencia nacional, teniendo entonces que lidiar con una organización que rescate las funciones de un verdadero sindicato y sea intransigente en el rechazo a negociar los derechos de los trabajadores a sus espaldas.
Baste recordar que, en todo el país los gobiernos morenistas -que presumen no ser iguales-, por ese pánico que le tienen al sindicalismo independiente, han replicado las mismas prácticas corporativas del pasado. Por eso vemos en Sonora, que en el Congreso del Estado están cobrando al poder sus traiciones al magisterio, varios representantes de la corrupción sindical, amén de tantos otros cobijados por Alfonso Durazo en su gobierno.
Es por ello que en nuestro estado, gobierno y charrismo del SNTE, unen fuerzas al más puro estilo prianista y están llevando a cabo su plan para evitar el crecimiento y llegada de la CNTE a la dirección formal del sindicato en Sonora.
Por tal motivo, vieron venir las habituales protestas de primavera de la CNTE a nivel nacional y adelantaron a sus cuadros incondicionales para autoerigirse como dirigentes de “la disidencia” en la mayor parte del estado, como un movimiento de bases santo y puro.
Aprovecharon inmediatamente la primera convocatoria de la CNTE y con su base de datos, en los principales municipios, formaron muy coordinadamente grupos en las redes sociales. De esta forma, impusieron una estrategia inicialmente creíble, pero con el avance del tiempo se han puesto demasiado en evidencia.
Como prueba, encontramos denominadores mayoritariamente comunes en antecedentes, acciones y actitudes de quienes conducen el llamado Movimiento Sonorense de Trabajadores de la Educación, que aquí enlistamos:
1.- Son participantes en el proceso electoral reciente de la sección 28, donde hubo puros representantes del charrismo sindical.
2.- Siempre serviles y prestos a las peores maniobras escueleras.
3.- Identificados plenamente por nunca haber dado la cara, en contra de tantos agravios al magisterio por las reformas de Calderón y Peña Nieto, ni se solidarizaron con sus compañeros cesados.
4.- Formaron una unilateral estructura de representantes en los centros escolares de similares características.
5.- En sus reuniones de organización, su principal propósito es deslindarse de la CNTE -a pesar de intentar seguir su agenda- y enredarse en aclaraciones injustificadas.
6.- Han empleado un rabioso discurso y hasta ofensivo, en contra de sus compañeros que simpatizan con la CNTE, incluso más fuerte que contra los causantes de sus males.
7.- Manejan como un gran logro, realizar y firmar acuerdos con las autoridades, posando muy orgullosos y agradecidos con ellos.
8.- Proponen las acciones a seguir de la agenda nacional de la CNTE, poniendo por delante las desventajas y riesgos que se corren, con claras intenciones de limitar los paros de labores.
Con todo lo anterior, queda suficientemente claro que este es un pleito arreglado, operado desde el oficialismo, con el cual intentan cerrar el paso a la CNTE y posicionar a camaleónicos sujetos como “muy luchadores”, para que sean los próximos relevos a modo en la dirigencia sindical.
Y dentro de esos acuerdos deberá estar, frenar la participación en el paro nacional, después de hacer su labor de inconvenientes y sacar su muy seguro censo “sin mayoría y sin condiciones” para tal fin.
Resulta obvio que la inmensa mayoría de trabajadores de la educación y jubilados participantes, lo hacen de buena fe y producto del hartazgo por tantos agravios recibidos, tanto de gobiernos, como de los corruptos representantes sindicales; convencidos de que es la única forma de recuperar todo lo perdido.
También queda muy clara la escuela de dignidad, valentía y lucha que ha representado la CNTE por más de 4 décadas, obteniendo logros relevantes para el magisterio y anexos de todo el país.