Arizona y Sonora son las zonas más letales para migrantes mexicanos; las muertes se duplican con las duras políticas de Donald Trump
Marian Díaz / EL DEBATE
El número de migrantes mexicanos que han perdido la vida en su intento por cruzar la frontera hacia Estados Unidos se ha disparado de forma alarmante en los primeros meses de 2025.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), entre enero y abril se registraron 181 muertes de connacionales, el doble de las 91 contabilizadas en el mismo periodo de 2024.
El repunte coincide con el regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos y con la implementación de nuevas políticas migratorias más restrictivas, como la intensificación de la vigilancia fronteriza y el reforzamiento de tramos del muro con alambre de púas. Estas medidas han empujado a los migrantes a desplazarse por rutas cada vez más remotas y peligrosas.
Para Javier Urbano, especialista en migración de la Universidad Iberoamericana, esta estrategia ha tenido efectos letales: muchas personas fallecen en zonas de difícil acceso, donde ni siquiera es posible recuperar sus cuerpos ni registrarlos de forma oficial. Foto del Archivo
La franja entre Arizona y Sonora ha sido señalada como una de las más peligrosas. Las condiciones extremas del desierto, con temperaturas que superan los 50 grados durante el día y caen por debajo de cero por la noche, han provocado un número elevado de fallecimientos. Tan solo en enero de 2025, 26 mexicanos murieron tras caminar durante días por estos terrenos hostiles.
Paradójicamente, aunque los cruces no autorizados han disminuido desde el retorno de Trump al poder, las muertes han ido en aumento. La explicación, según activistas como Clemencia Soto, radica en que quienes aún deciden migrar lo hacen por caminos cada vez más peligrosos, exponiéndose a la deshidratación, el ahogamiento o la hipotermia.
La tragedia se agrava con el creciente número de personas no identificadas. De los 453 mexicanos que fallecieron a lo largo de 2024 en la frontera, 198 aún no han sido reconocidos. Desde 2010, suman ya 2 mil 893 los casos sin identificación, un problema que se agudiza por la falta de presupuesto destinado a las tareas forenses y de repatriación.
Aunque los hombres siguen siendo mayoría entre las víctimas, en los últimos tres años ha aumentado un 22% la proporción de mujeres y niños fallecidos durante el trayecto migratorio.
Ante esta crisis, Juan Ramón de la Fuente, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), ha instruido a la red consular a reforzar la protección legal para los mexicanos en Estados Unidos y a modernizar los servicios a través de plataformas digitales, con el fin de atender con mayor rapidez las solicitudes de auxilio.
La frontera norte de México, con su creciente número de muertes, se consolida como una de las rutas migratorias más peligrosas del planeta, solo superada por el Mediterráneo, donde migrantes africanos arriesgan la vida intentando llegar a Europa.