Hasta ya entrada la noche, confieso y acepto que mi olfato y contactos de dedicado periodista no fueron suficientes para confirmar oficialmente el escape de Francisco Hernández Tenorio, alias “El Ponchis”, del Cereso Número 1, de Hermosillo.
La especie se propaló desde la mañana de este martes, sin que la oficina del secretario de Seguridad Pública, Víctor Hugo Enríquez García, atinara a dar información sobre la fuga.
Como siempre sucede en momentos de crisis, el aparato de comunicación gubernamental se paralizó, se encogió, se escondió. No es la primera vez que esto sucede.
En su descargo, debo de considerar que los jefes de los sufridos enlaces de comunicación del Ejecutivo, son, además de duchos en su materia, expertos en temas comunicacionales. O al menos eso creen. Siempre sucede. En este y otros gobiernos.
El caso es que nadie atinó a confirmar la especie, lo que dio lugar a toda clase de especulaciones.
Como los avestruces: escondieron la cabeza bajo tierra.
Craso error. En una crisis, ese camino es el menos indicado.
Pero bueno, a estas alturas, usted, policiaco lector, genízara lectora, se estará preguntando ¿y qué con esa fuga del Cereso?
Pues resulta y resalta, que ese tal “Ponchis” fue capturado apenas el pasado 25 de marzo, y para el gobierno, resultó casi casi una hazaña su detención, misma que celebró como si hubiesen atrapado al mismísimo Mencho.
En esa fecha, el líder criminal fue detenido en un operativo conjunto entre el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, acusado de homicidio calificado con premeditación, alevosía y traición, así como de asociación delictuosa. Era, como dicen ahora, un temible “generador de violencia” en Sonora.
Es decir, todo el esfuerzo, dedicación, astucia, investigación, inteligencia y valentía de las fuerzas del orden, se esfumaron en poco más de un mes, porque las autoridades del Cereso 1 de Hermosillo no acertaron a encarcelar como es debido, a un criminal de esa naturaleza.
Según los que en todo están menos en misa, “El Ponchis” se fugó dentro de una ambulancia que había entrado por un interno enfermo. Otros dicen que por la puerta principal, junto a tres reos más.
Puras versiones extraoficiales. La desinformación que provoca la misma autoridad. En fin.
Muchísimas explicaciones deberá de ofrecer el coordinador estatal del Sistema Penitenciario, Gerardo Chavero Bernal, sobre este escape tipo película producida por Netflix.
No puede uno menos que pensar que el líder criminal tuvo ayuda interna.
Si las autoridades no sabían de los planes de escape, grave; si sabían y no hicieron nada, más grave aún.
Ojalá que este nuevo escándalo surgido en los Ceresos –hay que recordar el caso de la joven Paula Josette, quien entrara de manera ilegal al Cereso 2 a una visita conyugal y muriera en condiciones sumamente sospechosas en enero del 2024- provoque que las autoridades dejen de ver a esos lugares como una caja chica, donde los familiares de los internos tienen que pagar hasta por usar una silla, una mesa, y ya ni se diga, por una “buena” celda.
Es de entenderse ahora la desazón y las rabietas que causan en el gobernador Durazo este tipo de situaciones. Desafortunadamente, las ineficacias e ineficiencias de sus colaboradores recaen sobre sus hombros, y no han sido pocas las veces que ha tenido que salir y poner el pecho para “salvarles la plana”.
¿Renuncias en puerta?.
Menudo tema.
ENCUADRE “CEBOLLERO”
En tanto, y en temas menos escabrosos, el que debió sentir ñáñaras en el estómago fue el director de la Comisión de Ecología y Desarrollo Sustentable en Sonora, Carlos Ernesto Zatarain González, ya que el gobernador Durazo tuvo una serie de elogios para su trabajo durante el evento de reforestación del Bosque Urbano La Sauceda.
Solo le faltó que le pusiera un “ocso”.
Desde hace rato, el Gober dio “el santiago” para que sus funcionarios con aspiraciones políticas hagan lo necesario para granjearse el apoyo del populacho, destacando con sobrada generosidad, sus aptitudes.
Así podemos ver como Paulina Ocaña, Adolfo Salazar y Froylán Gámez, entre otros, se suben a cuánto presídium pueden, a fin de tener reflectores.
¿El Bebo estará dentro de esos planes?.
Veremos.
ENCUADRE FORESTAL
Bien dice el dicho que “Dios aprieta pero no ahorca”.
El incendio forestal en la sierra de Nácori Chico, por rumbos de Mesa de Tres Ríos, que parecía incontrolable por los fuertes vientos, cambió súbitamente su estatus ante la caída de aguanieve en la región, lo que provocó que su contención total parezca ya un hecho.
Nuestro corresponsal en esa región, el colega y amigo Jesús “El Nácori” Ruiz, nos informa del trabajo destacado que han hecho las brigadas de los tres órdenes de gobierno para controlar este voraz incendio.
Por desgracia, no será el último en nuestra entidad. Las condiciones de sequía extrema que padecemos son propicias para ello.
IN PROXIMUM
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