Pudiera enfrentarse con el dilema de tener que dejar a su hija quien nació en Tucson.
12news
PHOENIX — A solo días de haber enfrentado una deportación casi inmediata, una joven guatemalteca y su hija recién nacida en Estados Unidos viajaron de Arizona a Tennessee, según informó el abogado de la mujer a 12News.
“Una amiga de su amiga ofreció pasar por ella y llevarla hasta Tennessee”, compartió el abogado de inmigración Luis Campos en una entrevista.
“Pensamos en que fuera por avión, pero las cosas se complicaron”.
La mujer, identificada por las autoridades federales como Erika Odalis Mateo Rodas de 24 años, tendrá programada una audiencia ante un juez de inmigración en Tennessee para solicitar asilo, dijo Campos.
Un alivio que marcó un sorprendente e inesperado giro luego de la desesperante situación que vivió Mateo Rodas la semana pasada.
Estaba programada para una deportación inmediata por parte del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Mientras que se encontraba detenida, fue trasladada a un hospital local para ser evaluada, según Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU.
Campos dijo que había caminado durante dos días por el desierto durante su semana 34 de gestación.
El caso atrajo atención internacional después de reportes de que agentes de la Patrulla Fronteriza se encontraban en el área de maternidad del Centro Médico Tucson, con la intensión de deportar a la madre y a su hija.
“Cuando llegué al hospital, había guardias en su puerta del hospital”, comentó Campos.
“Esos eran agentes de la Patrulla Fronteriza y no me dejaron entrar, lo cual fue un problema para ella, porque le negaron su derecho a un abogado. Estaban agresivos y no me permitían entrar”.
La gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, y otros funcionarios electos cuestionaron la situación de la mujer. Se realizaron protestas afuera del Tucson Medical Center.
Un vocero de Departamento de Defensa dijo que CBP “siguió todas las leyes y procedimientos en el caso” y “no se le negaron sus derechos”.
A pesar de las manifestaciones, CBP entregó a Mateo Rodas al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) en Phoenix para su proceso judicial de deportación. La colocaron en el programa de Alternativas de Detención de ICE.
“Fue de 180, no deportación inmediata”, dijo Campos. “Le permitirán proceder con un caso regular de asilo en un juzgado de inmigración regular, y fue puesta en libertad”.
Campos dijo que fue desde Phoenix a Tucson para recoger a Mateos Rodas y las llevó a ella y la bebé, quien se llama Emily, en un hotel con comida y otros suministros.
“Estaba muy cansada y no hablamos mucho del caso”, mencionó Campos.
“Hablé con su madre y ella me dijo que había huido por miedo y debido a la violencia, la cual creo era dirigida a ella. Todavía tengo que saber los hechos una vez que tenga tiempo de hablar con ella y que esté descansada”.
Campos dijo que el caso de asilo, incluyendo las apelaciones, podrían tomar un año o más en resolverse. Admitió que le preocupaba la manera en la que los jueces bajo el presidente Donald Trump miraban los casos de asilo.
Un vocero de CBP dijo que la recién nacida de Mateo Rodas, Emily quien nació en Tucson, no sería deportada porque es una ciudadana estadounidense.
Eso sería una decisión agonizante para su madre si se le ordena una deportación: si dejase a Emily en los Estados Unidos.
“Será una difícil decisión”, aseguró Campos. “Espero que ganemos el caso, y espero que nunca tenga que tomar esa clase de decisiones, pero por el momento no lo sabemos”.