Un estudio del Texas A&M College of Veterinary Medicine revela que los bisontes ya no están aislados en poblaciones separadas, lo que mejora su salud genética y resiliencia.
Melanie Cordova / LA REPUBLICA PERU
Tras más de un siglo bajo protección mediante diversos programas de conservación, los bisontes de Yellowstone representan hoy un caso ejemplar de recuperación de especies en peligro. En este periodo, la especie ha logrado superar obstáculos significativos que amenazaban su existencia.
Un reciente estudio desarrollado por el Texas A&M College of Veterinary Medicine ha revelado que estos mamíferos ya no se agrupan en poblaciones aisladas, sino que han conformado una única y vasta supermanada genética. Este hallazgo modifica el enfoque sobre el comportamiento y la dinámica poblacional del bisonte americano, al tiempo que evidencia una mejora en su diversidad genética.
Este es el animal que logró convertirse en una supermanada según científicos
La trayectoria del bisonte en el Parque Nacional de Yellowstone constituye un ejemplo emblemático de perseverancia y éxito en la conservación de fauna silvestre. A comienzos del siglo XX, la especie estuvo al borde de la extinción, con apenas 23 ejemplares sobrevivientes, como consecuencia de décadas de caza descontrolada. Esta dramática reducción poblacional marcó el inicio de intensos esfuerzos por preservar a uno de los mamíferos más representativos del ecosistema norteamericano.
A partir de ese momento crítico, se puso en marcha un programa de recuperación que incluyó la introducción de bisontes procedentes de otras regiones, como Montana y Texas. Estas acciones permitieron restaurar la variabilidad genética de la especie y fortalecer su presencia en el parque. Actualmente, gracias a décadas de trabajo sostenido en conservación, la población de bisontes en Yellowstone se estima entre 4.000 y 6.000 ejemplares, lo que refleja un notable avance en la protección de esta especie emblemática de América del Norte.
¿Qué significa la supermanada de los bisontes?
El reciente hallazgo de que los bisontes de Yellowstone conforman una “supermanada” representa un giro significativo en la comprensión de su dinámica genética. La eliminación de las barreras reproductivas ha permitido que los individuos se crucen libremente entre antiguas subpoblaciones, lo que ha resultado en un notable incremento en la diversidad genética. Esta integración no solo fortalece la salud de la especie, sino que también consolida su resiliencia frente a enfermedades y cambios ambientales.
Durante años, la comunidad científica sostuvo que los bisontes del parque estaban organizados en grupos reproductivos separados, lo que sugería una diferenciación genética entre estas subpoblaciones. Sin embargo, el nuevo estudio desmonta esta teoría y evidencia que la especie ha evolucionado hacia una estructura genética más cohesionada y robusta.