Sonora resguarda un tesoro ideal para desconectar de la rutina y encontrar inspiración. Se trata del pueblo mágico de Álamos, y aquí te decimos qué hacer, qué ver y por qué es uno de los destinos más bellos del país.
Para que vayas preparando tus maletas, debes saber que el pueblo mágico se ubica entre la Sierra Madre Occidental y los márgenes del río Cuchujaqui. Se trata de un destino conocido también como “La Ciudad de los Portales”.
Además de ser uno de los primeros pueblos mágicos del país, es un refugio de tranquilidad, historia y cultura, donde cada rincón parece haber sido diseñado para inspirar. No es casualidad que artistas, fotógrafos, pintores y escritores de todo el mundo lo visiten en busca de musa.
Fundado el 8 de diciembre de 1685, originalmente bajo el nombre de Real de la Limpia Concepción de los Álamos, este pueblo fue uno de los principales centros mineros de la Nueva España gracias al descubrimiento de la veta “La Europea”. Parroquia de La Purísima Concepción (Foto: Cortesía)
En su auge, atrajo a familias acaudaladas, arquitectos provenientes de Andalucía y comerciantes de todo el continente. Hoy, conserva sus calles empedradas, callejones floridos, casonas virreinales y edificaciones que relatan con elegancia su pasado.
¿Qué ver y qué hacer en el pueblo mágico de Álamos, Sonora?
Álamos, Sonora, se incorporó al programa Pueblos Mágicos en 2005 y desde entonces se ha posicionado como uno de los destinos imperdibles del noroeste mexicano. Su clima es semiseco y semicálido, con temperaturas promedio de 24 °C.
El corazón de la ciudad es la Plaza de Armas, donde se encuentra un hermoso kiosco morisco rodeado de palmeras y jardines, además de monumentos como el Palacio Municipal, una joya arquitectónica de ladrillo rojo sostenida por 48 columnas de hierro, construido en 1899.
Pero lo que más destaca es la emblemática parroquia de La Purísima Concepción, cuya cúpula domina la vista desde distintos puntos del pueblo. Muy cerca, se ubican el Museo Costumbrista de Sonora y la Casa de la Cultura. Mirador (Foto: Héctor Vásquez)
Pero más allá de su riqueza arquitectónica,el pueblo mágico de Álamos, Sonora, vibra con el arte y la música. Es sede del Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado, uno de los eventos culturales más importantes del noroeste del país.
Este festival, celebrado cada enero, llena de música clásica, ópera y callejoneadas a todo el pueblo, atrayendo visitantes nacionales e internacionales.
También es cuna de la icónica María Félix, “La Doña”, cuya vida y legado se recuerdan en un museo con más de 700 piezas, entre objetos personales, fotografías y vestuarios originales.
La experiencia en Álamos no estaría completa sin visitar la Hacienda de los Santos, uno de los hospedajes boutique más exclusivos de México y el mundo. Con muros de adobe, corredores de ladrillo, túneles de piedra y una decoración que mezcla antigüedades del siglo XVIII con obras de arte.
Para los amantes de la naturaleza y el ecoturismo, el Área Natural Protegida Sierra de Álamos y la Ribera del Río Cuchujaqui ofrecen escenarios inigualables para el senderismo, la observación de aves y la fotografía de paisajes.