Celia Esperanza Ramos / CONECTA ARIZONA
San Luis Río Colorado, Sonora — Del 3 al 4 de abril, la 34ª Jornada Binacional de Literatura Abigael Bohórquez tejió un puente entre el norte de México y el sur de Estados Unidos, formando un corredor literario de lecturas, charlas y versos.
Este evento, considerado uno de los encuentros literarios más antiguos y significativos del norte mexicano, se desarrolló en diversos espacios de San Luis Río Colorado: desde La Universidad Estatal de Sonora hasta el Centro de Readaptación Social (Cereso), pasando por aulas de secundaria y centros culturales. La Universidad Estatal de Sonora fue el punto de partida, con una conferencia inaugural a cargo de la doctora Graciela Silva-Rodríguez, escritora chicana y académica de Arizona State University (ASU). Bajo el título “Un atisbo a las obras de las precursoras del pensamiento feminista contemporáneo”, su intervención no solo abrió la jornada, sino también una reflexión sobre las genealogías del pensamiento crítico en clave fronteriza y de género.
Más que un evento, lo que ocurrió en esta ciudad fronteriza fue una convergencia. Un gesto de resistencia y diálogo donde las letras fueron protagonistas. La jornada 2025 fue el espacio para la presentación de libros como la de Melissa Rivas, que presentó Arqueología del paraíso, y Jeremías Marquines, con su irónica y punzante Nunca hubo feos en Second Life. También Clara Luz Montoya con Un tobillo tropieza con la tinta de la noche, Adriana Ayala con Y si me tiro al vacío, y Rubén Meneses, fundador del encuentro, quien trajo Los pasos de Matres, obra que también se presentó en el Consulado General de México en Phoenix, como lo reportó recientemente Conecta Arizona.
En esta edición, la literatura chicana tuvo un lugar central. Escritores que viven y crean desde el cruce cultural entre México y Estados Unidos compartieron escenario con autores del noroeste mexicano, reforzando ese diálogo tan necesario entre las dos orillas. Hubo lecturas dramatizadas —como El sobreviviente, dirigida por el escritor radicado en Phoenix, Saúl Cuevas—, conferencias, charlas íntimas y un taller de cine impartido por el cineasta Enrique Rentería.
Las letras se repartieron además por diversos instituciones educativas de la ciudad: el Centro Universitario de Sonora (CUSON), el Cebetis 33 y la Escuela Secundaria General #4. En aulas, lobbies y patios escolares, la palabra se volvió territorio común.
Entrega del premio al Mérito Literario
La jornada concluyó con una ceremonia en el lobby del Teatro Río Colorado, donde se entregó la Medalla al Mérito Literario Abigael Bohórquez 2025 al escritor sonorense Luis Enrique García. Reconocido por su libro Ciudad nocturna —una de las obras de cuento más leídas y representativas del estado de Sonora—, García ha sido una figura clave en la narrativa regional por su capacidad para retratar la vida cotidiana con agudeza y sensibilidad.
Además de su obra más conocida, destacan sus títulos Raza de papel y Crónicas de gente cercana, así como su trabajo en el ámbito teatral y académico. Estudió Letras y Arte Dramático, y dedicó buena parte de su vida profesional a la docencia en la Universidad de Sonora, donde también ocupó cargos dentro del Departamento de Bellas Artes. Su labor periodística y de investigación contribuyó a la memoria cultural del estado con estudios como Memoria teatral de la Universidad de Sonora y Antecedentes del teatro en Sonora.
En palabras de Sylvia Teresa Manríquez, presidenta de Escritores de Sonora, A.C: “es un escritor sonorense que marca una línea en la literatura, no sólo de Sonora, sino del noroeste y del norte de México. No se concibe la narrativa de esta región sin la voz de Luis Enrique Garcia. Por eso hoy estamos hablando de él”.
Como parte del homenaje, Vladimir Galindo, integrante de la organización del evento, leyó un fragmento de la obra del escritor, como una muestra directa del estilo y la mirada particular que han hecho de García una referencia .
La medalla fue entregada por Rubén Meneses, organizador de las jornadas, y fue recibida por familiares del homenajeado. Luis Enrique García, desde Hermosillo, Sonora, agradeció el reconocimiento mediante una llamada telefónica en altavoz, permitiendo que el público reunido escuchara su voz y respondiera con un aplauso cálido y sostenido.
“Me siento con fuerzas para seguir adelante, aunque ya estemos en la última marea. Agradezco muchísimo, porque te dan ganas de seguir en esto hasta el último minuto”, expresó Luis Enrique García.
Esta jornada literaria es un espacio de encuentro entre escritores, poetas, académicos y artistas de ambos lados de la frontera.
Los asistentes se despidieron con la promesa de volver el próximo año a ese territorio marcado por la división de un muro, pero que, durante dos días, se convierte en la frontera que los une.