La Jornada Baja California
Tijuana, 2 de abril. La aparición de lobos marinos y delfines con síntomas de intoxicación con ácido domoico (conocido como toxina amnésica de moluscos) se debe a la proliferación de la microalga llamada Pseudo-nitzschia, lo que sucede de manera natural en el océano debido a la presencia de nutrientes, informó la organización de Ensenada Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos.
Refirió a publicaciones de la Oficina estadunidense de Pesca de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Fisheries NOAA, por sus siglas en inglés), que a su vez informó que este año la presencia de la microalga se registró en fechas más tempranas, lo que se ha traducido en más casos de animales varados, y reveló que científicos analizan si los incendios
ocurridos en enero pasado en Los Ángeles, California están relacionados con la alta concentración de nutrientes.
El organismo estadunidense informó que la aparición más temprana de la microalga -que también podría estar relacionada con el fenómeno oceánico de surgencia (el ascenso de masas profundas de aguas)- también ha afectado a delfines además de lobos marinos que consumen los peces contaminados con la biotoxina.
Este es el cuarto año consecutivo en que se registra este fenómeno, explicó e indicó que la microalga, que florece en la costa del sur de California, ha envenenado a muchos leones marinos de California y delfines comunes que quedan varados. Afecta al cerebro y al corazón, y puede causar convulsiones e incluso la muerte en mamíferos marinos, detalló.
Sobre los incendios forestales de Los Ángeles, la Oficina de Pesca estadunidense informó que científicos del buque Reuben Lasker de la NOAA que estudiaban las condiciones oceánicas frente a las costas del sur de California tomaron muestras de las aguas para determinar si las escorrentías (escurrimiento de aguas al mar) influyeron en el aumento de nutrientes, pues en otras ocasiones se ha notado una relación.
El organismo estadunidense informó que la aparición de lobos y delfines enfermos o muertos ocurrió en Malibú y luego se detectó en San Luis Obispo (a 569 kilómetros al norte de Ensenada), y por su cuenta la directora médica del Centro de Mamíferos Marinos, Cara Field, aunque es un fenómeno que se ha observado desde 1998, cada vez son más intensos e impredecibles, según la publicación.
Personal que atiende a los animales se ha visto en la necesidad de hacer un triage y decidirse por los menos enfermos para salvarlos, explicó el Departamento de Pesca de la NOAA; señaló que en el caso de los delfines es más complicado -se les ha detectado nadando en círculos en aguas poco profundas cercanas a la costa, explicó-, en tanto que a los lobos marinos los trasladan a un centro donde los desintoxican.
Piden a ensenadenses reportar avistamientos
En el caso de Ensenada, Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos explicó en su página de Facebook que la atención de este tipo de intoxicación es difícil de tratar y en muchos casos «no se logran sanar los animales», pero pidió comprensión y apoyo de la población y seguir reportando estos casos y llevar a cabo un monitoreo.
«No es que no hagamos nada por ellos o que no queramos, es lo que se puede hacer. Recordar que estos eventos de la presencia en abundancia de esta microalga es algo natural y que, desafortunadamente, causan estos impactos en los mamíferos marinos, aves y peces», planteó.
Indicó que «por el momento los organismos se tienen que quedar en playa, no hay un lugar donde podamos trasladarlos para llevar a cabo el monitoreo y atención».
La organización explicó que ha estado coadyuvando con las autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) para monitorear a estos organismos llevando un registro de los casos.
Según las publicaciones, la Red de Mamíferos Marinos Varados en California han recibido hasta 100 llamadas diarias de animales afectados, lo que dificulta la atención a todos.
Recomendaron a bañistas que en caso de encontrarse con algún ejemplar en estas condiciones mantengan la distancia de al menos 50 metros, ya que los animales «pueden actuar de manera errática bajo la influencia de la biotoxina».
