En unos meses arrancará un proyecto para establecer una granja acuícola de producción de totoaba con la comunidad de San Felipe
Alejandro Domínguez del Hoyo / LA VOZ DE LA FRONTERA
Con el firme propósito de que regrese la pesca sustentable de la totoaba McDonaldi en el Alto Golfo de California, la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), mantiene desde hace más de 30 años, un criadero que perfila a producir un millón de alevines por año.
Más aún, plantean establecer un criadero de totoaba en San Felipe, con el apoyo de SEMARNAT, una empresa productora, así como la comunidad del puerto, y la UABC.
La máxima casa de estudios también ha arrancado con la comercialización de esta especie, ofreciéndole a los restauranteros, como una alternativa para la obtención de fondos.
EL PROYECTO
Luis Enríquez Paredes, profesor investigador de la Facultad de Ciencias Marinas de la UABC, responsable del Laboratorio de Trazabilidad Genética de la Unidad de Biotecnología en Piscicultura, comentó que se tiene el proyecto de Engorda Social.
Participa en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la comunidad de San Felipe, así como la empresa Acuario Oceánico.
La idea es que con la infraestructura que Acuario Oceánico tiene instalada en San Felipe, que es costosa y que la comunidad, difícilmente puede costear este tipo de instalación, sea aprovechada y que, con la experiencia de la UABC, se capacite a un grupo de personas de la comunidad de San Felipe.
“Digamos, se empapen del proceso, qué es lo que tendrían qué hacer, para tener su propia jaula para engordar totoaba, que vivan la experiencia del cultivo, para que vean que es una alternativa económica, ellos pueden optar por hacer eso, nosotros estamos dispuestos a apoyar en todo lo que se pueda, pero la idea es que le agarren gusto”.
Con esto buscan que la comunidad tenga ese beneficio económico, se pueda comercializar esa totoaba que están produciendo, y con ello, también hacerlos responsables.
Es decir, brindarles 20 mil totoabas adicionales sin costo, pero después de un año y medio, que libere el 50 % de los que les sobrevivan, con lo que su sobrevivencia sería mucho mayor, señaló.
Pero debido a que el dinero se autorizó en medio de una transición de gobierno, esto se ha retrasado, ya que la federación aportará 12 millones de pesos, la UABC pondrá su experiencia, así como los cursos y entrenamiento, en este proyecto que podría arrancar en mayo, expuso Enríquez Paredes.
LA INVESTIGACIÓN
Comentó que uno de los factores que investigan es la diversidad genética, que es un factor que indica de manera indirecta el tamaño que tiene una población, es decir, entre mayor es la diversidad genética, mayor es el tamaño de la población, y mejor es su estado de conservación, lo que le da mayor capacidad para adaptarse a futuros cambios.
Dado que en la legislación mexicana, la totoaba está clasificada como una especie en peligro de extinción, lo que esperaban encontrar era poca diversidad genética, pero fue lo contrario, han encontrado una alta diversidad genética, mayor de lo que esperaban.
Uno de los objetivos de la UABC, siempre fue, que la reproducción de es que la reproducción de totoaba en cautiverio iba a ser un medio para poder mitigar precisamente, el problema de una población que estaba al borde de la desaparición, producir cierto número de animales y liberarlos a la población silvestre, para que se incorporen a la población y se reproduzcan.
Pero deben tener cuidado de que los animales que se liberen, tengan una gran diversidad genética, de lo contrario, podrían liberar muchos hermanos.
“En nuestra legislación, la totoaba es una especie en peligro de extinción, en los hechos, yo considero que es diferente, de hecho, la Unión Internacional para el Estudio de la Naturaleza, basada en los datos que se han reunido en los últimos 10 años, ya quitó a la totoaba de la clasificación de peligro de extinción, y la pasó a una categoría siguiente que es la de vulnerable.
“Tiene que haber una revisión por parte de las autoridades mexicanas, para que se considere si de acuerdo a nuestra normativa, esa población ya puede ser considerada en la siguiente categoría.
“Y una cosa que sí quiero resaltar, es que el hecho de que no se encuentre en peligro de extinción, no quiere decir que no sea una especie que no merezca de protección especial, o que no merezca de estar considerada amenazada”.
Se trata de un animal gregario que en cierto momento se unen todos en un mismo lugar, el Alto Golfo de California, por eso es que la pescan tan fácilmente, y eso es lo que la hace muy vulnerable a ciertos tipos de artes de pesca.
Por ello, podría autorizarse la pesca deportiva, una pesca que sea controlada, que se establezca una cuota, y sobre todo, controlarse la pesca ilegal, expuso el investigador.
LA LIBERACIÓN
Enríquez Paredes comentó que la supervivencia de la totoaba es muy baja, es de menos del 1 %, al igual como pasa en la naturaleza, y entre las 3 unidades de producción entre los que se encuentra la UABC, una empresa de Puerto Peñasco, Sonora, y otra en Baja California Sur, han liberado 600 mil alevines, y a la fecha solo han recuperado solo 19 animales que nacieron en cautiverio, de casi 4 mil que han analizado, de los cuales, uno de ellos tenía 14 años, lo que es muestra de sobrevivencia.
Comentó que una hembra puede poner hasta 20 millones de huevecillos, pero solo una fracción de ellos sobrevive, y los que sobreviven, tienen una alta tasa de sobrevivencia, ya que por su gran tamaño, tienen pocos depredadores.